Reconozco que soy perezosa para las masas que tienen que levar, eso de estar pendiente varias horas de un pan no es lo mío, aunque este pan de molde dulce-salado está tan rico que debe de ser de las pocas masas fermentadas que preparo últimamente y para las que tengo paciencia. Además, no lleva huevo, lo que puede valer como una especie de mezcla entre pan y cake para los que padezcan intolerancia a este ingrediente.
Me gusta esta receta pues su sabor me recuerda a esas medias noches de cuando era pequeña a las que le podías añadir tanto jamón cocido, chorizo, como queso o chocolate, que siempre pegaban bien con cualquiera de los ingredientes ya fueran dulces o salados, y se adaptaban a todo tipo de sabores. Pues bien, así es el pan de molde de hoy, la única diferencia es que en vez de bollitos va preparado en un molde de cake mucho más práctico para cortar en rebanadas.
Ingredientes para un molde alargado de veintitrés centímetros
- 500 g de harina de fuerza, 35 g de azúcar, 10 g de levadura de panadería en polvo, 10 g de sal, 30 g de mantequilla a temperatura ambiente, 300 ml de leche templada, mantequilla para engrasar el molde
Cómo hacer pan de molde dulce-salado
En un bol grande añadimos la harina, con el azúcar y la levadura en polvo de panadero. Revolvemos con un tenedor para que se mezcle bien. Agregamos la mantequilla muy blanda y la mitad de la leche, amasando con la punta de los dedos.
Añadimos la sal y el resto de la leche poco a poco y seguimos amasando hasta formar una masa blanda, puede ser necesario según el tipo de harina añadir algo más de líquido o por el contrario a lo mejor no utilizar toda la cantidad indicada en la receta.
Enharinar la encimera y pasar la masa para ella, amasando de cinco a diez minutos hasta que veamos una masa elástica y suave. Engrasar un bol grande y poner la masa en forma de bola, taparla con un paño y dejarla levar dos horas hasta que doble su volumen en un lugar templado.
Una vez pasado el tiempo desgasificar clavando el puño varias veces en la masa y darle forma de cilindro adaptándola al molde engrasado con mantequilla. Dejarla de nuevo que crezca una hora tapada con una bolsa plástica. Precalentar el horno a 190 grados y hornear durante veinticinco minutos o hasta que esté dorado. Enfriar encima de una rejilla.
Tiempo de elaboración | 45 minutos + tiempos de levado
Dificultad | Media
Degustación
El pan de molde dulce-salado es perfecto para cualquier ocasión. Su miga blandita y suave mezcla a las mil maravillas con cualquier relleno y es ideal para la merienda de nuestros pequeños o para unas tostadas al desayuno. Si sois pocos en casa podéis cortarlo en rodajas y congelarlas, después solo con un golpe en el tostador ya lo tenemos siempre listo para disfrutar de una buena comida.
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