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La mayoría de lácteos se congelan bien, y con estos consejos ahorrarás tiempo y desperdicios en la cocina

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La mayoría de lácteos se congelan bien, y con estos consejos ahorrarás tiempo y desperdicios en la cocina

Son muchos los alimentos que podemos congelar para alargar su conservación y aprovechar así compras más voluminosas. Estamos más acostumbrados a aplicarlo a carnes, pescados y también verduras y frutas, pero existen otros productos que quizá no nos planteamos tanto guardar en el congelador, como los lácteos.

Básicos en la mayoría de hogares, lácteos como la leche, quesos o yogures casi siempre están presentes en las cestas de la compra y no es raro que protagonicen ofertas especiales. Pero si la fecha de caducidad está próxima o hemos hecho acopio de más, también podemos recurrir al congelador para evitar que se echen a perder y tener reservas a medio plazo.

El congelador no es mágico ni hace milagros, eso debemos tenerlo siempre presente, y mucho menos los modelos domésticos. No paraliza por completo el proceso de degradación de los alimentos, solo lo ralentiza; los congelados también se estropean y no tienen una vida eterna.

Por eso también es importante planificar lo que queremos congelar, y no esperar hasta el último momento para introducir alimentos que están a punto de echarse a perder. Si bien la mayoría de lácteos no tiene fecha de caducidad como tal, sino de consumo preferente -como los yogures, postres lácteos o la mantequilla-, obtendremos mejores resultados congelando productos lo más frescos posibles.

Quark

Si congelamos un lácteo que ya ha superado la fecha de consumo preferente, es aconsejable no extender la congelación más de tres meses, y consumirlo rápidamente una vez se ha descongelado, preferiblemente en las 24 horas siguientes. Congelar no reinicia el contador de conservación.

Antes de ver con detalle las particularidades de cada tipo de lácteo, conviene repasar las recomendaciones generales a tener en cuenta para congelar y desconelar alimentos:

  • Mantener en buen estado el congelador, comprobando que alcanza correctamente la temperatura, limpio y sin hielo o escarcha.
  • Dividir en porciones adecuadas, según el producto, para descongelar y utilizar solo lo que se necesita en cada momento.
  • Emplar envases adecuados, limpios, de cierre hermético, preferiblemente planos y estrechos.
  • En los líquidos y semilíquidos, dejar un espacio sin rellenar, ya que aumentará el volumen en el proceso de congelación.
  • Marcar o etiquetar el contenido, la fecha y, si corresponde, el consumo preferente.
  • Mantener un buen orden y organización interna, dejando más accesibles los alimentos de consumo más próximo.
  • Procurar congelar alimentos en buen estado y calidad.
  • Descongelar siempre en la parte menos fría de la nevera.
  • Una vez descongelados, procurar consumir en el menor tiempo posible.
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Leche UHT y leche fresca

La leche más común que se consume hoy en día es la llamada UHT, sometida a un proceso de ultrapasteurización que permite conservarla durante varios meses a temperatura ambiente. Puede ser entera, desnataca, semidesnatada, sin lactosa, saborizada o enriquecidas.

Esta leche sí hay que conservarla en frío una vez abierta, recomendándose normalmente su consumo en tres o cuatro días. En realidad puede aguantar bien hasta una semana; el olor y el sabor nos indicará claramente si se ha estropeado. Rara vez la tendremos que congelar, pero podemos hacerlo mientras siga en buen estado, en un recipiente hermético y dejando hueco para el aumento de volumen.

Leche

La leche fresca que se comercializa en nuestro país también está pasteurizada -consumir leche cruda es peligroso-, pero tiene una conservación mucho más corta. Se vende refrigerada y debe conservarse siempre en la nevera, incluso antes de ser abierta. Esta variedad es más susceptible de echarse a perder si no se consume en su momento.

Por tanto, como consumidores nos puede ser mucho más útil congelar la leche fresca, quizá dividiendo el contenido de las botellas grandes en raciones de consumo individual. Una vez descongelada es recomendable agitarla bien y tomarla en las 24 horas siguientes.

Nata líquida y nata montada

Las natas líquidas, independientemente de su porcentaje de grasa, se pueden congelar del mismo modo que la leche. Podríamos introducir en el congelador directamente los tetrabricks, pero es más recomendable depositar el contenido en otros envases para asegurarnos de dejar espacio vacío y evitar que estallen.

Ahora bien, la nata con mayor contenigo graso probablemente parezca cortada al descongelarla, debido a la separación del líquido de las moléculas de grasa. Habrá que batir o emulsionar bien antes de utilizarla, teniendo en cuenta que quizá no podremos montarla, pero seguirá siendo válida para otras preparaciones.

La nata ya montada también se puede congelar, rápidamente antes de que empiece a perder volumen, y en recipientes adecuados donde no se chafe. Al descongelarse no quedará igual de firme, y tampoco podremos volver a montarla. Una nata montada comercial -las tipicas de spray- podrían no responder bien a la congelación.

Buttermilk, crème fraîche y otras

Buttermilk

Estas variantes lácteas de la nata y la leche también se pueden congelar sin problemas, teniendo en cuenta las mismas particularidades de las anteriores. Necesitaremos batir o remover el producto una vez descongelado para devolverle su textura original, aunque nunca quedará igual de homogénea que con el producto fresco.

De nuevo, es importante limitar al máximo el espacio de aire vacío en los recipientes, pero dejando ese pequeño hueco que permita la expansión del envase, especialmente con el buttermilk -también el casero-, más líquido.

Yogures y leches fermentadas

El yogur es un "helado" casero fantástico que cualquier niño puede hacer simplemente introduciendo una cucharilla directamente en la tapa para congelarlo tal cual. Pero si lo que queremos es alargar la conservación, tendremos en cuenta las mismas premisas ya comentadas, considerando que perderá su textura cremosa homogénea.

Yogur

Los yogures más espesos no necesitan tanto espacio vacío y se descongelarán mucho mejor, al contener menos agua. Claro que la mayoría de yogures de supermercado son realmente "leches fermentadas", elaborados con mezclas de leche desnatada, leche en polvo y, muchas veces, gelatina. Estos productos probablemente pierdan aún más textura al descongelar; tendremos que batirlos bien.

Los mejores resultados los conseguiremos con un yogur auténtico, elaborado con leche entera y los correspondientes fermentos lácteos, sin descremar. Siempre podemos escurrir el suero o agua unas horas sobre una estameña o tela limpia antes de congelarlos.

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En cualquier caso, recordemos que un yogur en realidad no tiene caducidad como tal, la fecha indicada por el fabricante es una recomendación de consumo preferente que se puede alargar incluso semanas, siempre que se conserve correctamente refrigerado.

Kéfir

Este alimento fermentado es otro probiótico con un mayor contenido de bacterias vivas beneficiosas que el yogur, y también algo más delicado.

Los gránulos de kéfir se pueden congelar dejándolos secar previamente a temperatura ambiente en un recipiente sobre papel de cocina. También es posible congelarlos en leche o agua -según el tipo-. A las bebidas y productos de kéfir ya elaborado podemos aplicar las mismas pautas que a la nata o el yogur.

Queso crema

Los quesos de untar, los llamados tipo Philadelphia, no se recomienda congelarlos porque pierden gran parte de su cremosa textura en el proceso de descongelación.

Queso Crema

Puesto que esa cremosidad suave es la clave de su calidad, no merece mucho la pena arriesgarse a estropearlo, salvo que podamos aprovecharlo en masas de repostería o ciertas salsas y batidos donde la textura no sea tan importante. En cualquier caso, conviene consultar con las indicaciones de cada fabricante.

Para elaborar una crema dulce de cobertura, tipo el buttercream cheese frosting típico de la tarta de zanahoria, sí podríamos apañar la textura al batir el queso con mantequilla y azúcar glasé.

Quesos frescos

Esta amplia categoría acoge desde los más cremosos, tipo quark, hasta algunos más firmes como el Burgos, la mozzarella, el requesón, el feta o el rulo de cabra. En teoría todos se pueden congelar, pero la pérdida de calidad puede ser muy variable y la mayoría se estropean. Son productos delicados de vida corta.

Queso Fresco

Cuanto más homogénea sea su textura y más grasa tengan, mejor responderán. Por eso los quesos más granulosos no suelen descongelar en buenas condiciones (requesón, feta, cottage) y serían más adecuados para incorporar a recetas y no consumir tal cual al natural.

Los más sólidos y firmes conviene secarlos muy bien con papel de cocina y envolverlos en plástico film antes de depositarlos en un recipiente hermético. Sin embargo, lo mejor será emplearlos para cocinar o incorporar a recetas, y no para servir directamente. Por ejemplo, la mozzarella congelada podríamos aprovecharla para gratinar una pizza o enriquecer una salsa o relleno de pasta, no para una ensalada caprese.

Quesos especiales y de pasta blanda

Las variedades de quesos de pasta blanda, azules y con hongos, como el brie o el camembert, no se aconseja congelarlos salvo que no quede más remedio y sea la única alternativa a desperdiciarlos. Son productos muy delicados que perderán textura, aroma y sabor al someterlos a la congelación doméstica.

Queso Azul

Seguirán siendo comestibles, por lo que puede ser un buen recurso si queremos emplearlos para recetas concretas, como salsas o mezclas de rellenos, o una sopa. Hay que procurar evitar el máximo de humedad y envolverlos muy, muy bien, limitando el contacto con el aire. Y siempre es buena idea dividirlos en porciones pequeñas independientes.

Quesos duros y semiduros

Curados, semicurados y también los tiernos más firmes y duros son mejores candidatos a la congelación, aquellos que se suelen comercializar en bloques o cuñas. A pesar de todo, de nuevo, hay que tener en cuenta que perderán cualidades organolépticas, sobre todo los más artesanos o de mayor calidad.

Queso Envasado

La firmeza facilita el proceso, pero cuanto mayor sea el contenido graso más separación puede producirse al descongelar. Los más grasos podrían volverse aún más granulosos, mientras que los tiernos conservarán mejor su elasticidad.

Lo mejor es congelarlos en porciones pequeñas, mucho mejor si podemos rallarlos o cortarlos en lascas, según cada caso. El envasado al vacío aquí se vuelve el mejor recurso, ya que con una máquina doméstica podemos extraer fácilmente la mayor cantidad de aire y proteger el producto sin miedo a romperlo.

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Las cortezas de los quesos más curados -parmesano, grana padano, manchego- sí congelan de maravilla, y es muy recomendable hacerlo.

Mantequilla

La mantequilla 100% natural -nada de sucedáneos o variedades "más ligeras"- se elabora con nata pasteurizada y tiene una vida útil relativamente larga, mayor si es salada, que puede exceder la fecha de consumo preferente, bien refrigerada. En cualquier caso, también la podemos congelar.

Es aconsejable cortarla en dados pequeños y congelarla en porciones, en recipientes herméticos con el mínimo de aire. Un buen truco es separar cantidades que sepamos que nos sean útiles, por ejemplo si la necesitamos para hacer bechamel o bizcochos según recetas concretas.

Mantequilla

Se congelará mejor si la precongelamos ya troceada en cubos en una bandeja o plato, y después, cuando ha adquirido buena firmeza -tras un par de horas-, la introducimos en bolsas herméticas, que podemos también envasar al vacío.

Anotando la cantidad exacta, además de la fecha, nos ahorraremos pesar cantidades cuando queramos usarla en nuestras elaboraciones. Solo hay que acordarse de dejarla descongelar en la nevera el día antes a usarla.

Fotos | iStock - Pixabay - Unsplash
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Nuestra exitosa receta de salsa bechamel y 15 elaboraciones con las que sacarle todo el partido

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Nuestra exitosa receta de salsa bechamel y 15 elaboraciones con las que sacarle todo el partido

Es sencilla, es rica y, aunque tenga un poquito de tarea, es una de las grandes salsas de la cocina mundial. La podemos llamar bechamel o besamel pero la realidad es que esta mezcla de harina, leche y mantequilla es una imprescindible de nuestras cocinas.

Fundamental para las croquetas pero también para muchísimos gratinados y otras recetas que necesitan su concurso, ya sea como salsa principal o como salsa madre, la bechamel es tan versátil como sabrosa, recibiendo además especias para darle nuevo juego o siendo la base de una salsa villeroy o la mornay.

Humilde, capaz de sorprender también a los celíacos e intolerantes al gluten -podemos hacerla con harina de maíz o arroz- o para los veganos -podemos sustituir la leche por una bebida vegetal y la mantequilla por margarina-, la bechamel es uno de esos sólidos pilares que debemos conocer dentro de la cocina.

Por eso, en este monográfico, hoy os diremos cómo hacer la receta definitiva, os contaremos un poquito de su historia y os daremos unas cuantas opciones para que le saquéis todo el partido gastronómico posible.

Una dosis de historia

A pesar de sus humildes ingredientes, la bechamel nació en las cocinas palaciegas del francés Marqués de Uxelles, que tenía como chef a François Pierre de La Varenne (autor del libro de cocina Le Cuisinier françois, que marca el paso entre lo medieval y lo moderno).

Según la historiografía, La Varenne creó su bechamel desde antiguas recetas italianas con cremas y natas, aunque también encontró en este roux con leche una forma de dar más untuosidad a los napados que con las fórmulas anteriores a base de almendras o pan que se solían llevar a cabo.

Así, La Varenne, decidió bautizar a aquella nueva salsa con el nombre de béchamelle en honor a Louis de Béchameil (marqués de Nointel), noble amigo del Marqués de Uxelles, teniendo este último también un hueco en la Historia de la gastronomía, también gracias a La Varenne, por la duxelle, esa farsa a base de hongos, cebolla y chalotas salteadas con mantequilla que, por ejemplo, forma parte del solomillo Wellington.

La receta definitiva de la salsa bechamel

Bechamel Pakus

Ligera, sin grumos y muy, muy fácil. Pierde el miedo a esta salsa y dispón sobre la encimera un poco de harina, mantequilla y leche para tener una bechamel sedosa, suave y que podrás usar en un sinfín de platos.

Lo único que tendrás que variar ligeramente serán las cantidades en función del plato que elijas, ya que unas croquetas exigen una bechamel algo más densa, mientras que un gratinado o unos canelones piden una bechamel más fundente.

Ingredientes

Para 6 personas
  • Harina de trigo 50
  • Mantequilla 50
  • Leche entera 600 ml
  • Sal
  • Nuez moscada molida un pellizquito

Cómo hacer la receta definitiva de salsa bechamel

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 40 m
  • Cocción 40 m

Para hacer salsa bechamel, comenzamos poniendo una sartén al fuego y añadiendo 50 g de mantequilla. En cuanto se funde, agregamos la misma cantidad de harina y removemos formando un roux o una pasta. Si vamos a querer una bechamel más fina o más espesa, podemos alterar un poco esta proporción, aunque yo suelo mantenerla siempre, y con lo que juego es con la cantidad de leche y con el tiempo de cocción / evaporación.

Una vez bien mezclada la harina y la mantequilla, vamos agregando la leche sin dejar de remover. Es el momento de cambiar la cuchara de palo por las varillas y así evitaremos que se nos formen grumos. Clave: ir añadiendo la leche poco a poco, para que no haya cambios de temperatura.

Puedes conseguir mejores resultados si tienes la leche muy caliente en un cazo y vas agregando cacito a cacito, sin añadir más leche hasta que la anterior ha sido absorbida por la masa. Y eso sí, siempre removiendo sin parar, haciendo movimientos circulares o dibujando ochos en la sartén, para que la salsa bechamel siempre esté en movimiento.

Cuando hayas agregado toda la leche, es el momento de probar y añadir sal y el clásico toque de nuez moscada, tan característico de la bechamel. Si quieres una bechamel más espesa, dedica más tiempo y deja que el líquido se vaya evaporando poco a poco mientras la sartén se llena de burbujas.

Musaka griega

Musaka

La cremosidad de la bechamel, el sabor de la berenjena y el punto especiado de la carne picada hacen de este plato un principal de altos vuelos.

Contundente y saciante, es perfecto para que lo acompañemos con una suave ensalada de primero y nos deleitemos con esta lasaña a la griega.

  • Ingredientes para 6 personas: 2 berenjenas, 400g de carne picada, 1 cebolla, 1 zanahoria, 3 tomates, medio vaso de vino tinto, medio vaso de caldo de carne, tomillo seco al gusto, sal, pimienta, queso parmesano y salsa bechamel.
  • Elaboración: Cortamos las berenjenas en láminas y las ponemos con un poco de sal sobre un papel absorbente para que recoja el agua que suelten y así las berenjenas no tendrán regusto amargo. Después las freímos ligeramente y las reservamos. Por otra parte, picamos la cebolla y la zanahoria en brunoise y las pochamos en una sartén. Cuando estén blanditas, añadimos los tomates muy picados y dejamos que se cocinen en la sartén hasta tener un buen sofrito o salsa para la carne. Freímos ligeramente la carne picada en una sartén, la añadimos a la salsa de tomate y hortalizas y agregamos el tomillo, el vino y el caldo, dejando que cueza durante unos diez minutos hasta que no quede rastro de líquido. Sobre la capa de carne ponemos otra capa de láminas de berenjena y volvemos a cubrir con la carne de cordero con la salsa, aplastando un poco con el dorso de la cuchara para que quede bien compacta. Finalmente cubrimos con bechamel, espolvoreamos con queso rallado y metemos la fuente en el horno donde horneamos durante 20 minutos a 160º y gratinamos 3 minutos a 220º.

Enlace a la receta | Musaka griega

Brócoli con bacon y bechamel

Brocoli Bechamel

En ocasiones, hacer que los más pequeños de la casa caigan en las verduras es complicado. En este caso, una buena bechamel y una pizca de bacon son los lazos con los que atraparles en la mesa.

La frescura del brócoli, el punto del gratinado y la untuosidad de la bechamel se encargan de que este plato se convierta en un básico para tu horno.

  • Ingredientes para 3 personas: 500g de brócoli, 100g de bacon en lonchas, 25g de mantequilla, 25g de harina de trigo, 500ml de leche, 100g de queso rallado, sal y pimienta blanca molida.
  • Elaboración: Separamos los floretes del brócoli del tallo y los cortamos en trozos de similar tamaño. Reservamos el tallo para otra elaboración. Los colocamos sobre una vaporera y cocemos al vapor durante 15-20 minutos o hasta que estén ligeramente por debajo del punto de cocción. Cortamos el bacon y salteamos en una sartén muy caliente durante un par de minutos. Reservamos ambos. Preparamos la salsa bechamel y cubrimos la base de una fuente de horno con una capa de bechamel y, sobre ella, disponemos una capa de brócoli, otra de bacon y otra de queso rallado. Cubrimos con un poco de bechamel y repetimos las capas. Regamos con el resto de la bechamel, espolvoreamos con más queso rallado y unos dados de mantequilla (opcional). Horneamos a 200ºC durante 20 minutos o hasta que comience a dorarse por la superficie. Servimos bien caliente.

Enlace a la receta | Brócoli con bacon y bechamel

Huevos con bechamel

Huevos Con Bechamel

Un binomio casi infalible. Denso, potente y muy sabroso, de esos que piden siesta pero de los que te reconfortan y reconectan con la cocina.

Un plato que huele a horno y a calor de hogar y que a muchos de nosotros nos recuerde a madres y abuelas, a las que imaginamos con la varilla en la mano dándole a la bechamel.

  • Ingredientes para 2 personas: 3 huevos, 400ml de leche entera, 20g de mantequilla, 20g de harina de trigo, 100g de bacon, queso rallado para gratinar, sal, pimienta negra molida y nuez moscada molida.
  • Elaboración: Calentamos el horno a 180º C con calor arriba abajo sin aire. Cocemos los huevos 10 minutos en agua con sal, los pelamos y reservamos mientras hacemos la bechamel. Cuando la tengamos preparada, vertemos un poco de bechamel en el fondo de una fuente para horno. Encima colocamos los huevos partidos por la mitad y la panceta troceada. Regamos con el resto de la bechamel, espolvoreamos con queso y horneamos durante 30 minutos. Servimos inmediatamente junto a una ensalada, por ejemplo.

Enlace a la receta | Huevos con bechamel

Croque-monsieur

Uno de los sándwiches más populares y contundentes del mundo y un perfecto representante de la cocina francesa.

Pan de molde, bechamel, jamón cocido y un buen queso. ¿Se le puede pedir más a la vida?

  • Ingredientes para 2 personas: 4 rebanadas de pan de molde, 4 lonchas de jamón cocido, 50g de queso rallado, 4 lonchas de queso emmental o gruyère, 200ml de leche, 15g de harina de trigo, 10g de mantequilla, sal y pimienta negra.
  • Elaboración:Para este sándwich necesitamos una salsa bechamel espesa, así que comenzamos por ello. Calentamos la mantequilla en una sartén y añadimos la harina. Removemos un par de minutos para que se cueza ligeramente y agregamos la leche. Lo haremos poco a poco al tiempo que removemos para que no queden grumos. Cuando no quede más leche que añadir, salpimentamos al gusto y cocemos a fuego suave durante diez minutos. Untamos todas las rebanadas de pan de molde con una capa generosa de bechamel. Sobre dos de ellas extendemos dos lonchas de jamón y dos de queso. Colocamos encima las otras dos rebanadas de pan, con la capa de bechamel hacia abajo (que esté en contacto con el queso). Por último, cubrimos cada sándwich con otra capa de bechamel y espolvoreamos con abundante queso rallado. Gratinamos durante diez minutos o hasta que la parte superior esté dorada. Servimos inmediatamente.

Enlace a la receta | Croque-monsieur

Salmón en croûte

Salmon En Croute

El horno y la bechamel se llevan de maravilla y no sólo cuando hablamos de gratinados. En este caso, recurrimos a un pescado y una masa para reivindicar una preparación la mar de francesa: el salmón en croûte.

Podéis hacer el hojaldre vosotros mismos o podéis comprar un par de láminas en el supermercado. Apostéis por lo que apostéis, este plato va a volar de la mesa en cuestión de minutos.

  • Ingredientes para 6 personas: 500g de lomos de salmón fresco, 2 láminas de hojaldre, 400g de espinaca congelada, 200g de cebolla, 500g de bechamel espesa, 1 huevo, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra molida.
  • Elaboración:Llenamos una cacerola amplia con agua y la llevamos a ebullición, sumergimos las espinacas congeladas y cocemos hasta que estén listas siguiendo el tiempo que indique el paquete. Escurrimos bien. Pelamos la cebolla y la cortamos en brunoise fina. Calentamos un poco de aceite en una sartén y la pochamos a fuego muy suave, hasta que se haya vuelto transparente. Mientras esto ocurre, picamos las espinacas bien escurridas, ya sea con un cuchillo afilado o con ayuda de unas tijeras. Las agregamos a la cebolla, salpimentamos y rehogamos durante un par de minutos. Dejamos enfriar. Limpiamos el lomo de salmón de las posibles espinas que pueda tener, nos ayudamos de unas pinzas de desespinar procurando no desgarrar el pescado. Cortamos una de las láminas de hojaldre en dos rectángulos, uno más estrecho que otro. Colocamos el lomo de salmón sobre el más estrecho, lo salpimentamos y cubrimos con las espinacas y la salsa bechamel. Batimos el huevo y pincelamos los laterales del hojaldre. Cubrimos con la otra mitad del hojaldre y presionamos los bordes para que se peguen. Cortamos un rectángulo de la segunda lámina de hojaldre, de iguales dimensiones que el anterior y le pasamos un rodillo de rejilla que colocamos sobre el pastel. Podemos estirar la rejilla para que los agujeros se abran o dejarla tal cual. El efecto que se consigue en ambos casos es diferente, pero igualmente bonito. Pincelamos toda la superficie con huevo batido, recortamos los bordes y horneamos a 210ºC durante 25-30 minutos o hasta que comience a dorarse. Para que la base de hojaldre del pastel no quede cruda, conviene colocar la bandeja de horno en la parte inferior. De este modo le llegará el calor de forma directa y la base quedará crujiente. También podemos hornear con el horno encendido solo en la función suelo durante 15 minutos y cambiar a suelo y techo el resto del tiempo.

Enlace a la receta | Salmón en croûte

Lasaña vegetariana

No hace falta que recurramos a una carne picada para tener una lasaña de campeonato. En este caso, lo vegetal se entiende de maravilla con la bechamel y nos traen un trocito de Italia que no podemos perdernos.

Podéis jugar a vuestra elección -o despensa- con las hortalizas que tengáis en casa y es que esta lasaña acepta de todo: champiñones, chalotas, zanahoria, calabacín, puerro, berenjena, espinacas...

  • Ingredientes para 4 personas: 12 champiñones, 75g de espinaca fresca, 2 zanahorias pequeñas, medio brócoli, 1 cebolla, media berenjena, 50g de tomate frito, 500ml de bechamel, 10 láminas de pasta para lasaña precocidas, 50g de queso Parmesano rallado, sal y pimienta negra molida.
  • Elaboración: Lavamos los champiñones y los secamos bien. Troceamos y salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. En cuanto empiecen a cambiar de color, salpimentamos, añadimos las espinacas y tapamos. Dejamos que se cuezan ambos ingredientes con el calor residual. Lavamos bien las zanahorias y el brócoli. Cortamos la zanahoria en pequeños dados y picamos el brócoli (tronco incluido). Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y rehogamos ambas verduras juntas a fuego suave, salpimentadas al gusto, hasta que estén al dente. Pelamos y picamos la cebolla. Lavamos la berenjena y cortamos en pequeños dados. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y rehogamos ambas verduras (salpimentadas al gusto) al mismo tiempo, a fuego suave, hasta que estén bien tiernas y cocidas. Cubrimos la base de una fuente de horno rectangular con un par de cucharadas de salsa de tomate o tomate frito y un poco de salsa bechamel. Colocamos encima dos láminas de pasta. Sobre ellas una capa del relleno de champiñones y espinacas y un poco de salsa (bechamel o tomate, al gusto). Cubrimos con otras dos láminas de pasta, una capa de del relleno de zanahoria y brócoli y un poco más de salsa. Terminamos con otra capa de pasta, el último relleno, más salsa y una última capa de pasta. Esparcimos el resto de la salsa bechamel por toda la superficie, dejando que escurra por los lados, y espolvoreamos con el Parmesano rallado. Cocemos en el horno, precalentado a 200º C, durante unos 20 minutos o hasta que la superficie esté ligeramente dorada. Servimos inmediatamente.

Enlace a la receta | Lasaña vegetariana

Bacalhau com natas

Bacalhau Com Natas

No sólo Francia e Italia sacan partido a la bechamel. Portugal también se suma a esta fiesta y lo hace con su mejor embajador: el bacalao.

Esta receta, además de rica, es supereconómica y sencilla, por lo que es una buena forma de darle nueva vida a tu bacalao si andas escaso de ideas.

  • Ingredientes para 6 personas: 400g de bacalao desalado, 5 patatas, 1 cebolla, 20g de harina de trigo, 20g de mantequilla y 500ml de leche.
  • Elaboración: Partimos de bacalao desalado tras el clásico proceso de dejarlo en agua unas 36 horas dentro de la nevera y cambiando el agua cada 12 horas. Una vez el bacalao está en su punto, cortaremos pequeñas tiras, con las manos o con un cuchillo afilado. Las reservamos en agua. (También podéis usar migas de bacalao troceándolas cuando estén desaladas). Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas como cuando vamos a preparar una tortilla de patata y las freímos ligeramente sin que se lleguen a dorar. Luego terminarán de hacerse en el horno. Colocamos la mitad de las patatas una vez fritas y escurridas en la base de una fuente amplia. Picamos en juliana media cebolla y mientras se pocha a fuego lento, cocemos los trozos del bacalao en la leche durante dos o tres minutos. Después ponemos las tiras de bacalao con la cebolla y las salteamos juntas. Colocamos el bacalao y la cebolla sobre las patatas en la fuente. Preparamos una bechamel muy ligera con la mantequilla, la harina y la leche en que cocimos el bacalao, añadiendo más leche si fuera necesario. Una vez comience a espesar, lo añadimos a la fuente dejando que se reparta entre los huecos y que cubra las patatas. Horneamos a 190º durante quince minutos y después gratinamos hasta que se tueste la capa superior. Servimos advirtiendo a los comensales que puede estar muy caliente ya que las patatas conservan mucho la temperatura.

Enlace a la receta | Bacalhau com natas

Pechugas a la Villeroy

Pechugas A La Villeroy

Uno de los grandes iconos del mundo del rebozado. Jugoso, crujiente y cargado de sabor, haciendo de este sencillo plato un empanado que a nadie se le resiste.

Por cierto, igual que nuestros protagonistas nobiliarios de la bechamel, esta receta de pollo también debe su nombre a un noble francés: Nicolás de Neufville, marqués de Villeroy

  • Ingredientes para 4 personas: 2 pechugas de pollo enteras, cortadas en dos filetes cada una, 50g de mantequilla, 50g de harina de trigo, 500ml de leche entera, 1 clara de huevo, una cucharada de queso parmesano y sal. Aceite, pan rallado y huevo batido para el empanado.
  • Elaboración: Para hacer esta deliciosa preparación, cortamos las pechugas en dos filetes gruesos y los cocinamos a nuestro gusto. La tradición dice que las pechugas se deben cocer pero si las cocinas a fuego vivo en la parrilla, para que se marquen las rayas y quede jugoso el centro, tus pechugas a la Villeroy quedarán más sabrosas. Por otro lado preparamos una salsa bechamel tradicional o sin gluten, según nuestras necesidades y la engordamos añadiéndole una clara muy batida y una buena cucharada de queso rallado. En una bandeja, ponemos un buen pegote de esa bechamel llamada salsa Villeroy y sobre el pegote colocamos un filete de pollo. Cubrimos el filete con dos buenas cucharadas de nuestra bechamel y seguimos con el resto de filetes de pollo, dejándolos bien cubiertos de bechamel por una de sus caras. Metemos en la nevera dos horas para que repose y se afirme la bechamel. Sacamos de la nevera y procedemos a envolver las pechugas en huevo batido y pan rallado, procurando recomponerlas para que vuelvan a tener forma de pechuga de pollo. Las freímos en aceite bien caliente hasta dorar su superficie como cuando hacemos croquetas.

Enlace a la receta | Pechugas a la Villeroy

Canelones Rossini

Canelones Rossini

Un auténtico platazo de fiesta de orígenes musicales, ya que el compositor italiano Giachomo Rossini, gran gastrónomo, solía agasajar a sus invitados con esta receta en la que leche, bechamel y hongos se dan la mano.

Huelga decir que podéis utilizar cualquier relleno que tengáis a mano pero apostar por una pizca de trufa, un poco de foie y unas setas de calidad harán de este plato todo un éxito.

  • Ingredientes para 2 personas: 6 láminas de pasta para canelones, 400g de carne picada de cerdo y ternera, 300ml de bechamel, 75g de jamón serrano, y 1 cebolla, la miga de dos rebanadas de pan de hogaza humedecida en leche, 50g de foie micuit, queso para gratinar, una cucharada de salsa de tomate para ligar la mezcla y cebollino para decorar .
  • Elaboración: Cocemos la pasta en agua salada abundante, durante el tiempo que indique el fabricante. Una vez cocidas las placas, las extendemos en un paño de cocina para facilitar el rellenado posterior. Para preparar el relleno de los canelones, pochamos una cebolla muy picada y cuando esté blandita, agregamos la carne picada y una hoja de laurel, dejando que se cocine lentamente removiendo de vez en cuando. Después agregamos la miga de pan remojada en leche y el jamón muy picado. Cuando todos los ingredientes estén bien integrados, añadimos el foie gras, removiendo para que se funda bien con la carne. Para ligar el conjunto incorporamos una cucharada de tomate y procedemos a montar los canelones, colocando una cucharada sopera colmada del relleno sobre cada uno.

Enlace a la receta | Canelones Rossini

Patatas asadas con bechamel al horno

Patatas Asadas Con Bechamel Al Horno

Sencilla, barata y la mar de saciante. A la patata le sienta de maravilla la bechamel y ninguna de las dos discute por no ser primer plato o principal.

Funciona igual de bien con pescados o con carnes, llevando el mundo de la guarnición un paso más allá de acompañamientos sosos.

  • Ingredientes para 4 personas: 2 patatas, 100g de bacon, media cebolla, bechamel y queso rallado al gusto.
  • Elaboración: Cortamos el bacon en trocitos y los freímos en una sartén hasta que queden crujientes. Reservamos. En la grasa que ha dejado el bacon en la sartén, añadimos la mantequilla y la harina, disolviéndolos bien sin dejar de remover. Cuando la roux está algo tostada, vamos añadiendo la leche hasta hacer una bechamel no demasiado espesa. Rectificamos de sal y damos un toque de nuez moscada. Si se hace algún grumo, lo deshacemos de esta manera. Para preparar las patatas, las cortamos bien finas con ayuda de la mandolina y las freímos en aceite abundante hasta que queden crujientes. Por otro lado, picamos la cebolla en brunoise y la pochamos, mezclándola cuando esté lista con el bacon que habíamos reservado. En un bol, mezclamos las patatas fritas con el bacon y la cebolla, añadiendo dos o tres cucharadas de la bechamel para que quede más o menos ligado. Repartimos la masa en una o dos fuentes de barro y cubrimos cada una con más bechamel y con queso rallado. Dejamos que se asen en el horno a 190ºC durante 10 minutos y damos un toque de gratinado a 230 ºC durante 5 minutos más, para darles un aspecto más apetecible y dorado. Servimos en la misma fuente advirtiendo para que los comensales no se quemen porque este plato guarda muy bien el calor.

Enlace a la receta | Patatas asadas con bechamel al horno

Tarta de humita

Tarta De Humita

América Latina se suma a este recetario con una propuesta a base de maíz, típica de la mitad sur del continente, siendo muy popular la humita en Perú pero también en Argentina.

Se trata en este caso de un pastel salado, aunque en origen la humita (del quechúa huminta) son granos de maíz que se muelen y cuecen, envolviéndose en las propias hojas de la mazorca.

  • Ingredientes para 6 personas: 1 plancha de hojaldre, 3 latas de maíz cocido, bechamel, 100g de pimiento verde, 100g de pimiento rojo, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, tomillo seco, pimentón dulce y aceitunas negras al gusto cortadas en rodajas.
  • Elaboración: En una sartén pochamos el ajo, la cebolla y el pimiento, a fuego lento con una base de aceite. Añadimos también el tomillo, y cuando la base o sofrito está bien pochado, agregamos también los granos de maíz bien escurridos. Tras dorarlos ligeramente y mezclar todo bien, apagamos el fuego e incorporamos una cucharadita de pimentón y las aceitunas cortadas en rodajas. En ese momento, incorporamos tres cucharadas de nuestra bechamel y mezclamos para conseguir una masa cremosa y bien ligada. Preparamos la base de hojaldre extendiéndola en una bandeja de horno y pinchamos con un tenedor para marcar el borde. Con cuidado distribuimos nuestro relleno sin salirnos del borde repartiéndolo bien y aplastando un poco con el dorso de la cuchara. Finalmente, horneamos la tarta de humita a 200º C en el horno precalentado colocando el hojaldre en la zona media del horno. Serán necesarios unos 25 a 30 minutos para que el borde esté bien dorado. (Recordad que cada horno tiene sus tiempos) Cortamos en porciones y servimos. Podemos tomar la tarta de humita calentita o templada.

Enlace a la receta | Tarta de humita

Crema de espinacas y roquefort con bechamel

Crema De Espinacas Y Roquefort Con Bechamel

Un clásico del tiempo más frío pero que se hace irresistible cuando conjugamos la crema, la hortaliza y luego un poquito de un queso para darle ese impulso final.

Puedes jugar con el queso que quieras y hacer más o menos densa la receta pero el resultado siempre será espectacular.

  • Ingredientes para 4 personas: 500g de espinaca fresca,1 litro de leche, 60g de queso roquefort, 60g de harina de trigo, 50g de mantequilla, 25 de queso parmesano.
  • Elaboración: Ponemos agua abundante en una cacerola y cocemos las espinacas durante 5 minutos. Después las escurrimos bien y las dejamos sobre un colador para que suelten toda el agua. Podemos acelerar el proceso apretándolas contra el colador hasta que estén bien secas. Cortamos en trocitos muy pequeños las espinacas mientras calentamos una sartén con la mantequilla. Rehogamos las espinacas un par de minutos hasta que toman un color brillante y añadimos la harina, removiendo para que se reparta por todas las hojas. Vamos incorporando la leche que sea necesaria, (normalmente sobrará con un litro) en pequeñas cantidades hasta que tengamos una salsa bechamel a la manera tradicional, aunque nos quedará de color verde. Hasta ahora no hemos añadido sal ni en la cocción de las espinacas ni en la elaboración de la bechamel. Cuando la crema de espinacas tiene el punto de espesor que nos guste, -algo más ligera que una pasta de croquetas- añadimos el queso roquefort o el queso que hayamos elegido y dejamos que se funda mientras removemos. Es ahora el momento de probar de sal y rectificar si fuera necesario, en función de la potencia del queso elegido. Apagamos el fuego y servimos en cuencos o fuentes individuales de barro, espolvoreamos con un poquito de queso rallado para gratinar o rematar con el soplete de cocina dando un aspecto más apetecible a cada ración.

Enlace a la receta | Crema de espinacas y roquefort con bechamel

Tigres o mejillones con bechamel empanados

Tigres O Mejillones Con Bechamel Empanados

Un aperitivo típico de Murcia, aunque en otras zonas de España también se consume, es en la comunidad huertana donde cobra fuerza, servido sobre sus propias conchas.

Lo mejor es hacerlo con un mejillón de buen tamaño para que las raciones sean generosas y, quien quiera, darle un toquecito picante para que tengan más alegría aunque puedes quitárselo si no te gusta.

  • Ingredientes para 4 personas: 12 mejillones, 1 cebolla, 2 cucharadas soperas de salsa de tomate, salsa bechamel, pan rallado y huevo para empanar y aceite de oliva virgen extra para freír.
  • Elaboración:Cocemos los mejillones una vez limpios de tierras y barbas, poniéndolos al vapor durante unos 4 minutos y retirándolos en cuanto se abren. Separamos la carne de las conchas y nos quedamos con la mitad de ellas que limpiamos a conciencia. Es conveniente darles un hervor en agua con vinagre durante unos minutos. Secar y reservar. Picamos una cebolla lo más pequeña que podamos y la pochamos en una sartén con 3 cucharadas de aceite de oliva. Una vez transparente, añadimos la carne del mejillón picada en trozos de tamaño intermedio y salteamos el conjunto. Incorporamos el tomate frito, las gotas de tabasco y probamos, rectificando de sal si fuera necesario. Hacemos una bechamel utilizando 2 cucharadas de harina, medio litro de leche entera y un chorro del caldo de la cocción de los mejillones bien colado para que el conjunto tenga cierto sabor a mar. Reducimos la bechamel removiendo continuamente hasta que quede bastante espesa y dejamos enfriar. Para montar los tigres, ponemos en cada concha una cucharada del relleno de mejillones con tomate, cubrimos con otra cucharada de la bechamel espesa y cuando estén bien fríos, los pasamos por huevo batido y pan rallado, friéndolos en aceite muy caliente. Como siempre conviene escurrirlos después en papel absorbente.

Enlace a la receta | Tigres o mejillones con bechamel empanados

Espaguetis con bechamel de mostaza antigua y bacon

Espaguetis Con Bechamel De Mostaza Antigua Y Bacon

A la pasta le sienta muy bien una buena salsa o crema, desde los carbonara a la española hasta los clásicos spaghetti (o tagliatelle) paglia e fieno, donde la nata líquida empapa bien la pasta.

En este caso, nuestra apuesta va al bacon, que le va genial a la pasta y la bechamel, clarita, con la que descubrir una nueva forma de tomar spaghetti.

  • Ingredientes para 3 personas:240g de espaguetis, 100g de bacon, 200ml de bechamel, una cucharada de mostaza a la antigua, 100g de queso curado, un poquito de cebollino, nuez moscada molida, sal y pimienta, 50g de mantequilla, 50g de harina de trigo y 300ml de leche.
  • Elaboración: Cortamos el bacon en tiras y lo freímos sin aceite para que se dore y suelte su grasa. Cuando el bacon esté listo, añadimos la mantequilla, la harina y vamos incorporando la leche hasta formar una bechamel. Sazonamos la bechamel con sal, pimienta y nuez moscada y añadimos los trozos de queso curado cortados en taquitos irregulares. Mientras se va haciendo, ponemos a cocer la pasta en agua abundante con una cucharada de sal. Esta pasta tan fina se cuece en poco tiempo así que estad atentos. Cuando los trozos de queso se empiecen a fundir en la bechamel, removemos bien y añadimos la cucharada de mostaza antigua. Escurrimos la pasta que habremos cocido al dente y la incorporamos a la bechamel, salteando el conjunto para que se integren la pasta y la salsa. Terminamos espolvoreando con cebollino picado y sirviendo inmediatamente.

Enlace a la receta | Espaguetis con bechamel de mostaza antigua y bacon

La receta de croquetas de Francis Paniego

Croquetas De Francis Paniego

Si un plato le debe pleitesía a la bechamel es la croqueta. Reina del aperitivo y fundamental en cualquier picoteo, este bocado debe ser sabroso, sutil y crujiente, que demostrará la pericia del cocinero en tan sólo un mordisco.

Por eso, cerramos este monográfico sobre la bechamel con una receta de órdago que hemos emulado del chef Francis Paniego, cocinero de Echaurren y Tondeluna.

  • Ingredientes para 6 personas:1,5 litros de leche, 130g de mantequilla, 160g de harina de trigo, 20g de cebolla, 50g de pechuga de pollo, 80g de jamón serrano, 50ml de fondo de carne, 2 huevos y 50g de pan rallado.
  • Elaboración: Comenzamos poniendo en una sartén grande o una cazuela la mantequilla, para que se derrita a fuego lento. Ahí añadimos el jamón serrano muy picado para que se vaya rehogando con la mantequilla y suelte sus jugos. Aparte, se rehoga la pechuga de pollo cortada en trozos con una cebolla para que ésta endulce ligeramente al pollo. Cuando la pechuga está hecha se retira la cebolla y se tritura la pechuga en un robot para dejarla como serrín. Añadimos los 50 g de serrín de pollo a la mantequilla con el jamón y tras rehogar un poco añadimos la harina removiendo hasta hacer un roux que al principio será espeso. Lo trabajamos para tostar la harina para que no quede cruda y vamos añadiendo leche poco a poco. Francis Paniego pone la leche en una cazuela a cocer y cuando llega a ebullición la apaga mientras empieza con el roux. Después tiene disponible la leche bastante caliente para ir haciendo la bechamel. Se va añadiendo leche mientras se trabaja la bechamel hasta que esté suave y ligera. La cantidad de leche va entre un litro y dos, por lo que he puesto 1,5 litros en ingredientes. La cuestión es trabajar y remover hasta que se consiga una textura espesa de masa de croquetas o pasta bechamel. Entonces se le da el toque maestro, añadiendo un poco de jugo de carne. Francis Paniego explicó que es la salsa que usan para el redondo y otros asados hecha con puntas de carne, verduras y aromáticas, como la clásica salsa española. Al añadirla a la pasta, la bechamel queda muy sabrosa. Ahora se prueba y rectifica de sal si hiciera falta. Si se quiere se puede añadir un poco de huevo de duro picado y mezclar durante un minuto. Finalmente se vuelca la bechamel en una fuente y se le pone una película de mantequilla encima para que no haga costra. Luego se hacen las croquetas pasándolas sucesivamente por pan rallado, huevo y otra vez pan rallado friéndose por tandas en aceite muy caliente. Con estas proporciones quedan unas croquetas con la pasta muy fina, por lo que es posible que alguna de las croquetas se abra o "llore" al freirla. Cuidado al comerlas que guardan mucho el calor.

Enlace a la receta | Croquetas de Francis Paniego

Imágenes | iStock/Directo al Paladar
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La tarta de manzana más fácil: en microondas y lista en quince minutos

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La tarta de manzana más fácil: en microondas y lista en quince minutos

¿Dispones de un cuarto de hora? ¿Tienes en tu cocina una batidora y un microondas? Pues entonces tienes una tarta de manzana en quince minutos. Sí, ya no vamos a rompernos más la cabeza con esos postres imprevistos ante visitas inesperadas, siempre seremos capaces de en un momentito preparar una tarta fácil, sin horno y sin necesidad de saber nada de masas ni cremas.

Para elaborarla lo ideal es un molde de silicona redondo que veáis sea capaz de dar vueltas en vuestro microondas, y poco más. Con unos ingredientes sencillos y algo de caramelo líquido, elaborar esta tarta es cosa de niños, pero como en toda receta de microondas debéis de estar atentos esos minutos pues en cada electrodoméstico puede variar ligeramente el tiempo según su potencia.

Ingredientes

Para 1 unidades
  • Manzana 3
  • Huevos L 3
  • Mantequilla 50 g
  • Leche semidesnatada 250
  • Fécula de maíz cucharadas soperas 5
  • Azúcar 150 g
  • Levadura química sobre 1
  • Caramelo líquido para bañar el molde
  • Mermelada de albaricoque cucharadas 3

Cómo hacer tarta de manzana fácil en microondas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 25 m
  • Elaboración 20 m
  • Cocción 5 m
  • Reposo 5 m

Añadimos caramelo líquido en la base del molde y los laterales. Pelamos las manzanas y las cortamos en lonchas finas. Derretimos unos segundos a media potencia la mantequilla en un bol para que esté líquida y templamos la mermelada otros segundos. Reservamos mientras que batimos la masa.

En un vaso alto echamos, la fécula de maíz o Maicena, los huevos, la leche, el azúcar, el sobre de levadura y la mantequilla derretida. Batir con la batidora hasta que veamos los ingredientes mezclados. Verter en el molde y colocar las manzanas. Poner en el microondas y cocer a 800 watios durante cinco minutos, dejar reposar cinco minutos dentro del microondas, cocer otros cuatro minutos a 800 watios.

Pincharla con un palillo para comprobar que salga limpio si no, ponerle un minuto o dos más dependiendo de vuestro microondas. Pintar con cuidado con la mermelada y gratinar un minuto con el grill para dorarle la superficie. Dejar enfriar en la nevera.

Con qué acompañar la tarta de manzana

La tarta de manzana en quince minutos aparte de ser rápida, esta deliciosa. Bien fresca constituye un postre fácil que no da pereza tener nunca preparado, y es que realmente se cocina en un abrir y cerrar de ojos. Con esta receta a partir de ahora cualquiera va a ser capaz de tener una tarta casera en la nevera por muy mal que se le de la repostería.

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La mejor receta de flan de huevo tradicional (y los trucos para que salga perfecto)

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La mejor receta de flan de huevo tradicional (y los trucos para que salga perfecto)

Hubo un tiempo en que el flan de huevo era el rey de las cartas de postre de (casi) todos los restaurantes del país. Rematar una comida con un flan con nata era de lo más chic. Pero llegaron otros postres como la tarta de queso, el brownie o el tiramisú, le ganaron terreno y el flan cayó en el olvido.

Afortunadamente para sus fans las tornas han cambiado y el flan de huevo ha dejado de ser ese postre vintage con poco glamour. "Asistimos a un ascenso imparable", dice el crítico gastronómico Jose Carlos Capel, "hay una nueva generación de flanes que se ha ilustrado con retoques sutiles".

Este humilde postre está siendo afinado por reposteros de multitud de restaurantes de alta cocina. En unas versiones se cambia la leche por nata o por una mezcla de ambas, en otras se utilizan solo yemas o se incorpora leche condensada y en las más exóticas se usan huevos de cáscara azul de gallinas araucanas recién puestos.

Los trucos para conseguir un flan de huevo perfecto

Entre tanta propuesta nueva nosotros reivindicamos la receta de flan de huevo tradicional, origen de todas la actuales versiones. Recurrimos a la receta que nos enseñaron en la Escuela de Hostelería, que lo define como un batido de huevos, leche y azúcar, que se introduce en moldes caramelizados y se coagula en el horno al baño María.

Que no os engañe la sencillez de la definición, porque hacer un flan de huevo como mandan los cánones tiene su aquel. No es imposible, pero conviene tener en cuenta ciertos aspectos y aplicar los trucos para que vuestros flanes salgan perfectos.

Lo primero a tener en cuenta es que un flan con agujeros es un flan mal ejecutado. Para que esto no ocurra es imprescindible no batir la mezcla sino remover hasta integrar todos los ingredientes. Si batimos incorporamos aire y si incorporamos aire salen agujeros, así que conviene evitarlo.

El horneado se realiza al baño María y en el horno. No es necesario tapar los flanes, aunque hay que asegurarse de que el agua no hierve a borbotones ni salpica el interior de los moldes. Para ello se pueden colocar sobre el agua las cáscaras de los huevos que hemos usado.

El caramelo ha de aportar al flan un ligero toque sabor y color, pero hay que ser prudentes con la cantidad utilizada. Con cubrir la base con una capa fina es suficiente. Menos es más.

La temperatura del horno ha de ser constante, 180 ºC. Cada horno es un mundo, así que quizás tengáis que hacer alguna prueba en casa y ajustarla un poco. Una vez finalizado el tiempo de cocción, es importante retirar los moldes del baño María y dejar reposar los flanes durante 24 horas (en la nevera) antes de consumir.

Ingredientes

Para 8 unidades
  • Leche entera (mejor si es fresca) 500 ml
  • Azúcar 125 g
  • Huevo "M" 3
  • Piel de limón o naranja 1
  • Canela en rama 1

Cómo hacer flan de huevo tradicional

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 40 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 25 m

Calentamos la leche con la piel de limón y la canela en rama. Cuando arranque a hervir la retiramos del fuego y dejamos que infusione al tiempo que enfría durante 30 minutos.

Mezclamos los huevos con el azúcar, removiendo con suavidad y sin batir. Incorporamos la leche y removemos suavemente hasta que el azúcar se haya disuelto. Pasamos la mezcla por un colador fino.

Paso A Paso Flan De Huevo Tradicional

Cubrimos la base de las flaneras con una fina capa de caramelo líquido. Las rellenamos con la mezcla, con cuidado y lentamente para no incorporar aire, y las colocamos en una fuente de horno. Llenamos la fuente con un dedo de agua y la introducimos en el horno, precalentado con calor arriba y abajo, a 180 ºC.

Cocemos durante 25-30 minutos o hasta que, al introducir una aguja en el flan, esta salga seca. Retiramos los moldes del horno. Esperamos a que se atemperen antes de pasarlos a la nevera y dejar que reposen durante 24 horas.

Con qué acompañar el flan de huevo tradicional

El flan de huevo tradicional se puede adornar con nata montada y acompañar con el caramelo que queda en el molde. También se puede guarnecer de frutas variadas o disfrutar tal cual, sin florituras.

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Flan de café fácil y delicioso, esta es la mejor receta que vas a encontrar

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Flan de café fácil y delicioso, esta es la mejor receta que vas a encontrar

Esta es una receta para amantes del café con muchas posibilidades de enamorar a quienes no son tan aficionados a esta bebida. Es equilibrado y cremoso, soberbio. La mejor receta de flan de café que vas a encontrar. Estamos tan seguros de ello que te animamos a que la prepares hoy mismo y nos cuentes lo que te parece.

El punto de sabor a café se puede ajustar y hacerlo más fuerte usando solo café y prescindiendo de la leche. Por el contrario, se puede suavizar usando más leche y menos café. Y lo mismo ocurre con el dulzor, basta con sumar o restar azúcar a la cantidad indicada en la receta. Al gusto.

Ingredientes

Para 4 unidades
  • Huevo 2
  • Azúcar 50 g
  • Café (bebida) 200 ml
  • Leche 25 ml
  • Caramelo líquido

Cómo hacer flan de café

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 35 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 25 m

Cubrimos la base y laterales de cuatro flaneras individuales con una cucharadita de caramelo líquido. Podemos hacerlo casero, esta es nuestra receta infalible, o ahorrar este paso usando caramelo líquido comprado en el super. Al gusto.

Preparamos el café y lo mezclamos con el azúcar. Removemos para que este último se disuelva e integre bien con el café. Añadimos la leche y dejamos atemperar unos minutos antes de añadir a los huevos, previamente batidos, y mezclamos.

Paso A Paso Flan De Cafe

Repartimos la mezcla entre las cuatro flaneras y las introducimos en una fuente de horno. Llenamos con agua caliente, cubriendo un tercio de la altura de los moldes, y cocemos al baño maría en el horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante 25 minutos.

Retiramos y dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de traspasar a la nevera. Esperamos hasta el día siguiente para desmoldar y servir. Podemos acompañar con almendra granillo y nata montada, decorar con hojas de menta fresca, pero tal cual está perfecto.

Con qué acompañar el flan de café

El flan de café se puede adornar con nata montada, chantilly o crema de queso batida y acompañar con el caramelo que queda en el molde. También se puede guarnecer de frutas variadas o disfrutar tal cual, sin florituras. De cualquier manera, está soberbio.

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Crema inglesa: qué es, cómo se hace y para qué se usa (y 13 postres que mejoran con ella como acompañamiento)

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Crema inglesa: qué es, cómo se hace y para qué se usa (y 13 postres que mejoran con ella como acompañamiento)

La crema inglesa es una de las cremas básicas de la pastelería y repostería internacional. Es una crema ligera que, en su versión básica, se elabora a partir de la mezcla de leche, azúcar y yema de huevo. Aunque se puede aromatizar con vainilla, chocolate, café, licores, frutas, frutos secos, esencias, etc.

Es base de multitud de elaboraciones dulces como mousses, helados y bavarois, entre otros. También sirve como punto de partida de otros dulces o postres tradicionales como las natillas, la crema pastelera y la crema catalana.

Además de todo esto, la crema inglesa se utiliza para acompañar y decorar postres de restaurante. Este es su uso más común en países como el Reino Unido, donde (casi) no existe postre que no se acompañe de un buen chorretón de crema inglesa caliente. Casa especialmente bien con postres a base de fruta, pues su dulzor equilibra el punto de acidez de aquellas.

A evitar. La crema inglesa es delicada en su elaboración. El exceso de calor puede cuajar las yemas de huevo y cortar la crema, estropeando el resultado. Tampoco le sienta bien mezclar las yemas y el azúcar con mucha antelación, puesto que este último absorbe el agua de las yemas, las seca y puede provocar la aparición de grumos.

Crema Inglesa 2

Cómo hacer la crema inglesa perfecta

Ingredientes

Para personas
  • Leche entera 1 l
  • Azúcar 250 g
  • Yema de huevo a temperatura ambiente 8

Cómo hacer crema inglesa

Dificultad: Media
  • Tiempo total 25 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 20 m

Para obtener la crema inglesa perfecta, lo primero que hay que hacer es calentar la leche en una cacerola. Cuando rompa a hervir, retiramos del fuego.

En un recipiente amplio mezclamos el azúcar con las yemas de huevo. Removemos con unas varillas hasta que la mezcla esté espumosa y el azúcar se haya disuelto. En ese momento añadimos la leche recién hervida y removemos sin parar, pero con suavidad. Lo hacemos poco a poco para que las yemas no se cuajen con el calor de la leche.

Paso A Paso Crema Inglesa

A continuación vertemos la mezcla nuevamente en la cacerola, pasando por un colador, y cocemos a fuego medio-bajo. La temperatura no debe sobrepasar los 85ºC. Durante este tiempo removemos sin parar con una cuchara de madera para evitar que se agarre a la base de la cacerola.

Crema Inglesa 3

La crema inglesa va adquiriendo espesor lentamente y estará lista cuando forme una fina capa en la cuchara. La mejor manera de comprobarlo es pasar el dedo por ella. Si el dibujo hecho con el dedo queda limpio, es momento de pasar la crema a un recipiente limpio y dejar que enfríe. Si el reguero formado con el dedo se cubre de nuevo con la crema, entonces hay que seguir cociendo la mezcla unos minutos más.

Cómo conservar la crema inglesa

Para optimizar la conservación de la crema, es importante enfriar la crema inglesa según se retira del fuego. Para ello lo mejor es traspasar a un recipiente limpio sumergido en un recipiente con hielos y continuar removiendo hasta que se enfríe completamente.

Una vez fría tapamos el recipiente y guardamos en la nevera hasta el momento de utilizar. El reposo le sienta de maravilla, el sabor se potencia y la consistencia se asienta, quedando más untuosa. Herméticamente tapada y guardada en nevera, se conserva en buen estado hasta tres días.

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Las 101 mejores recetas sin lactosa para no privarte de nada si eres intolerante

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Las 101 mejores recetas sin lactosa para no privarte de nada si eres intolerante

La intolerancia a la lactosa es una enfermedad prevalente en la población actual que, a pesar de no tener consecuencias médicas graves, sí puede causar gran malestar y disminuir la calidad de vida de quien la padece. Por suerte, en pocos años ha pasado de ser una concidión desconocida a estar integrada casi por completo en la vida cotidiana, especialmente desde casa. Conocer la enfermedad y saber qué puede comer y qué no un intolerante a la lactosa es el primer paso para convivir con ella.

A pesar de que la leche -y sus derivados- es uno de los alérgenos de obligado etiquetado por la legislación alimentaria, todavía existe algo de confusión al respecto en hostelería. Salir a comer fuera o comprar ciertos productos puede ser difícil y, en ocasiones, una lotería, cuando no está del todo claro si el alimento en cuestión tiene o no tiene lactosa.

Porque, recordemos, una intolerancia no es una alergia, y la lactosa no está presente en todos los lácteos. Quizá nos estemos privando de comer algo porque tiene leche o "trazas de", cuando en realidad puede ser perfectamente apto para un intolerante. Una intolerancia no es tan grave o potencialmente peligrosa como una alergia, pero es más complicada de identificar y acotar con exactitud.

Ahora que estamos acostumbrados a ver por todas partes eslóganes y etiquetas que destacan el sin lactosa, puede ser buena idea repasar los conceptos básicos de esta enfermedad, así como reivindicar la cocina casera para disfrutar con plena seguridad de recetas sin lactosa en nuestra cocina.

¿Qué es la lactosa y en qué consiste su intolerancia?

La lactosa no es más que el llamado azúcar de la leche, presente, en diferentes proporciones, en la de todos los mamíferos. Más concretamente, es un hidrato de carbono, un disacárido compuesto de glucosa y galactosa, y que le da ese sabor dulce tan característico.

Leche

El problema es que este disacárido no resulta precisamente fácil de digerir. Para descomponerlo de forma normal y no dificultar el proceso de absorción de nutrientes, nuestro sistema digestivo necesita la ayuda de una enzima llamada lactasa. Esta la producen los mamíferos de forma natural al nacer, pues es esencial para nutrirse cuando maman en la primera etapa de sus vidas.

Con el tiempo, cuando la leche materna ya no es el único sustento y empiezan a ingerir otros alimentos, el organismo deja de producir lactasa. En teoría, nuestros antepasados dejaban de tomar leche simplemente en el momento en el que empezaba a sentarles mal. Sin embargo, la evolución en los modos de vida trajo la ganadería y la leche animal se convirtió en un alimento básico para gran parte de la población mundial, sobre todo en países nórdicos y con poco acceso al mar, a la luz solar o a una agricultura rica.

Leche

¿Qué consecuencias tuvo? Actualmente se estima que un 70% de la población sufre déficit de lactasa, mucho más acusada en el hemisferio sur, este asiático y África. Pero gran parte de esa población con déficit no se considera intolerante, o no llegan a darse cuenta de que pueden serlo, porque su intolerancia es muy leve; creen que simplemente que la leche sola "sienta mal".

Ingerir lactosa con otros alimentos supone menos esfuerzo para el sistema digestivo y los síntomas no son tan acusados para una persona con un déficit no tan acusado de lactasa. Estre ellos, los más comunes son náuseas, flatulencia, hinchazón, incomodidad, diarrea, vómitos o déficits nutricionales.

Qué alimentos se pueden consumir (y cuáles evitar)

La lactosa está presente en la leche y en todos los productos derivados de ella, pero en proporciones muy variables que, en ocasiones desaparece casi por completo. Por ejemplo, muchos quesos se clasifican como "sin lactosa" porque la pierden durante su producción, o está presente solo en cantidades muy residuales. Es el queso de los quesos más maduros y de muchos otros como la mozzarella de búfala con DO, suizos como el emmental, gruyère o sbriz, o también el feta auténtico.

Leche1

Los fermentados, en general, sientan mucho mejor a un intolerante a la lactosa, especialmente el yogur auténtico con fermentos, que mejoran la digestión; la textura viscosa de estos lactéos ralentiza su paso por el intestino, facilitando también la acción de la lactasa residual.

Cada persona tiene un nivel de sensibilidad distinto hacia la lactosa, con umbrales de malestar distintos. Por eso es importante prestar atención al propio cuerpo y conocerse a uno mismo, sin dejarse guiar por experiencias o consejos ajenos, que podrían no aplicarse a nuestro caso.

En general, la leche y la nata o crema son los alimentos que peor sientan a un intolerante, más aún con el estómago vacío. La leche de cabra tiene algo menos de lactosa que la de vaca y la de oveja, y puede sentar mejor, especialmente en los lácteos elaborados con ella.

Mantequilla

Hay que tener más cuidado con los productos que pueden llevar leche y derivados entre sus ingredientes o aditivos. Algunos pueden resultar más obvios, como los dulces, pero otros no tanto. Lactosa y leche en polvo a menudo se incorporan en la elaboración de precocinados, embutidos, productos de charcutería, pan, incluso medicamentos. Se recomienda evitar los ultraprocesados y siempre leer bien la etiqueta de ingredientes.

Los productos marcados como 'sin lactosa', son todos aptos para un intolerante, no así para alérgicos. A estos alimentos, en realidad, no se les retira la lactosa, sino que se les añade lactasa, la enzima que hace falta para digerirla sin dificultad. Cualquier alimento vegano también es apto para intolerantes a la lactosa, pero no los vegetarianos, ya que se sobreentiende que estos hacen referencia a una dieta ovolacteovegetariana.

Quesos

En casa nosotros controlamos al 100% todo el proceso de preparación de lo que comemos; siempre es preferible preparar nuestras propias nantillas que ir buscando una opción comercial que pueda ser apta -y nos quedarán mucho más ricas-. A continuación seleccionamos nuestras mejores recetas sin lactosa, pensando especialmente en aquellas que son más problemáticas para quienes sufren de esta condición.

Postres y dulces

Comenzamos por el apartado dulce, el más complicado en el mundo sin lactosa. La carta de los resturantes y cafeterías suele ser un decepcionante erial para los intolerantes golosos, dejándonos casi como única opción la 'fruta del tiempo' o, con suerte, una macedonia más preparada. Sustituyendo los lácteos por ingredientes alternativos, o con recetas sin ellos, es fácil darnos un capricho.

Natillas sin lactosa

Natillas sin lactosa

Ingredientes

Para 4 personas
  • Leche o bebida de soja o leche sin lactosa 600 ml
  • Vaina de vainilla 1
  • Canela en rama 1
  • Huevo 2
  • Yema de huevo 2
  • Azúcar 80 g
  • Maizena 10 g
  • Sal 1 pizquita
  • Canela molida al gusto
  • Galletas tipo María o caramelizada al gusto
  • Crocanti de avellana o almendra al gusto

Cómo hacer natillas sin lactosa

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 30 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 25 m
  • Reposo 1 h

Poner la leche en un cazo al fuego con la vainilla abierta y la rama de canela. Si la vaina es muy grande y bien aromática, nos puede bastar con usar la mitad. Calentar a fuego suave y apartar del fuego justo antes de que hierva. Retirar los aromáticos.

Aparte batir los huevos y las yemas -mejor utilizar de gallinas camperas- con el azúcar, la maizena y la sal. Cuando no tenga grumos, echar a la leche y devolver al fuego. Calentar a temperatura baja, removiendo constantemente sin llegar a hervir, hasta que espese.

El tiempo final puede variar según el tipo de leche o los huevos; también depende de la consistencia final que nos guste. Además hay que tener en cuenta que al enfriarse espesará más.

Repartir en cuencos -salen 4 raciones generosas o 6 más pequeñas-, pasándola por un tamiz o colador si queremos asegurar una textura bien fina. Dejar enfriar un poco antes de guardarlas en la nevera. Servir con la típica galleta maría, o galletas trituradas, canela molida o frutos secos.

Más detalles en la receta completa.

Magdalenas sin lactosa y sin gluten

Magdalenas sin lactosa
  • Ingredientes para 12 unidades. 170 g de huevos (peso sin cáscara), 100 g de azúcar y más para cubrir, 50 ml de bebida de soja, 85 ml de aceite de oliva virgen extra, ralladura de 1 limón, 150 g de harina de arroz, 75 g de maizena, 1 sobre de levadura química, 4 g de sal, 1 pizca de canela molida.
  • Elaboración.Si es posible, partiremos de ingredientes a temperatura ambiente, aunque no es estrictamente necesario en esta receta. Comenzar batiendo con batidora de varillas los huevos con el azúcar en un recipiente hondo, durante, por lo menos, cuatro o cinco minutos. La mezcla tiene que casi triplicar el volumen y mostrarse esponjosa y pálida. Añadir entonces la leche, el aceite y la ralladura , y batir un par de minutos más. Incorporar las harinas, la levadura y la sal con la canela opcional. Batir a velocidad baja lo justo para tener una masa totalmente homogénea, sin grumos. Tapar con un paño y dejar reposar, como mínimo, media hora. En la nevera si va a ser más tiempo. Precalentar el horno a 220ºC y preparar una bandeja de magdalenas o muffins con 12 cápsulas. Dependiendo del tamaño podremos hacer 12-15 unidades. Llenar cada cavidad dejando un dedo de espacio por arriba, y añadir azúcar si se desea. Hornear bajando la temperatura a 200ºC, unos 15 minutos. Vigilar hacia el final para evitar que se quemen. Esperar un par de minutos antes de desmoldar y dejar sobre una rejilla.

Más detalles en la receta completa.

Mousse de chocolate

Mousse de chocolate
  • Ingredientes para 3-4 personas. 90 g de chocolate negro picado, 45 ml de agua, 3 huevos L, 2,5 ml de esencia de vainilla, azúcar glasé.
  • Elaboración. Poner el chocolate en un cazo con el agua. Poner a calentar al baño maría hasta que se funda, mezclando bien para conseguir una textura lisa y homogénea. Dejar enfriar un poco. Separar las yemas de las claras de los huevos. Batir ligeramente las yemas, añadir el chocolate fundido y seguir batiendo con unas varillas hasta que se integren bien. Aromatizar con la vainilla si se desea. Con ayuda de una batidora de varillas, montar las claras separadas a punto de nieve. Añadir un par de cucharadas al chocolate, mezclando bien. Incorporar el resto de las claras montadas, integrándolas en la mezcla con mucha suavidad, siguiendo movimientos envolventes. Repartir en pequeños recipientes y dejar enfriar en la nevera por lo menos dos o tres horas, antes de espolvorear con azúcar.

Más detalles en la receta completa.

Otros postres y dulces sin lactosa

Lactosa Bizcocho

Salsas, aliños y dips

Lactonesa o mayonesa sin huevo y sin lactosa

Lactonesa
  • Ingredientes. 100 ml de leche de soja o leche sin lactosa a temperatura ambiente, 200 ml de aceite de oliva o girasol, sal al gusto, gotas de zumo de limón o vinagre de jerez, mostaza al gusto.
  • Elaboración. Colocar la leche en el vaso de la batidora o un recipiente similar, cilíndrico, y poner la batidora tocando el fondo. Batir sin moverla durante unos 20 segundos, a velocidad baja, para empezar a darle volumen. Añadir el aceite de oliva poco a poco, en hilo, sin dejar de batir. Mantener el brazo de la máquina en el fondo sin moverlo hasta que empiece a emulsionar y crecer. Llegará un momento en el que el aceite se quedará en la superficie; entonces seguir batiendo pero subiendo y bajando la batidora, para ayudar a la emulsión. Continuar poco a poco añadiendo más aceite hasta tener la textura deseada. Incorporar la sal y posibles aromas, como un chorrito de vinagre, zumo de limón, pimienta o una punta de mostaza. Batir un poco más para incorporarlo todo bien. Podemos agregar más leche y batir de nuevo para corregir la textura; lo mismo con el aceite.

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Ensalada cremosa de atún

Ensalada Atnu
  • Ingredientes para 2 personas. 150 g de atún en aceite, 1/2 limón, 1 cucharadita de mostaza de Dijon, 1/2 cucharadita de sal de ajo, 4 cucharadas de mayonesa, 1 puñado de cilantro fresco, 1/4 cebolla, 1 cucharadita de salsa de pescado asiática, 1/2 cucharadita de pimienta.
  • Elaboración. Desecha el aceite de la lata de atún (que puedes usar para otras elaboraciones) y vierte este en un bol. Añade la cebolla y el cilantro bien picados y mezcla todo bien con el resto de ingredientes. No eches sal, pues ya llevará la mayonesa (mejor si es casera) y la salsa de pescado.

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Hummus clásico

Hummus
  • Ingredientes para 4 personas. 200 g de garbanzos cocidos, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, 50 g de semillas de sésamo, 15 ml de agua, 10 g de cilantro fresco 1 limón y sal.
  • Elaboración. Preparamos un tahini o pasta de sésamo tostando las semillas de sésamo en una sartén entre cinco y ocho minutos. Las retiramos de la lumbre y trituramos junto con tres cucharadas de agua. Podemos hacer también todo este proceso en un mortero. Colocamos los garbanzos cocidos en el vaso de una batidora junto con el cilantro, el tahini, el zumo del limón, el aceite de oliva y sal al gusto. Trituramos hasta que todos los ingredientes hayan quedado integrados en una mezcla homogénea y cremosa. Si vemos que el hummus está un poco seco podemos ir añadiéndole un poco más de aceite de oliva.

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Otras recetas de salsas y dips

Mayonesa Aguacate

Aperitivos y picoteo

Samosas vegetarianas

Samosas
  • Ingredientes para 20 unidades. 1 cebolla, 2 zanahorias pequeñas. 2 patatas pequeñas, 8 espárragos trigueros, 1 cucharadita de garam masala, 1/2 cucharadita de curry, 1/2 cucharadita de comino, 1/2 cucharadita de jengibre, 250 ml de caldo de verduras, sal, pimienta, aceite abundante para freír, 5 láminas de masa filo.
  • Elaboración. Pelamos y picamos la cebolla y la zanahoria. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una cacerola y las pochamos a fuego medio cinco minutos. Lavamos bien los espárragos, retiramos los extremos inferiores y cortamos en discos de un centímetro. Pelamos y cortamos en dados las patatas y añadimos ambas verduras a la cacerola. Rehogamos un par de minutos antes de incorporar las especias. Removemos para que suelten sus aromas. Añadimos el caldo y cocinamos, mejor tapado, hasta que la patata esté tierna y el caldo se haya evaporado, 18-20 minutos. Si la mezcla se seca antes de que la patata esté tierna, añadimos un poco más de caldo. Enfriamos. Una vez esté frío el relleno cortamos una lámina de masa filo en cuatro tiras, a lo largo (guarda las que no uses bajo un paño de cocina húmedo). Colocamos una cucharada de relleno en un extremo y doblamos en forma de triángulo tal y como se muestra en las fotos del paso a paso. Cuando lleguemos a la mitad, pincelamos con aceite el resto de la masa y continuamos doblando hasta terminar. Repetimos tantas veces como sea necesario hasta terminar. Colocamos en una bandeja de horno con papel vegetal, pincelamos con un poco más de aceite y cocemos en el horno, precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo, durante 18-20 minutos.

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Gilda clásica

Gilda
  • Ingredientes para 2 personas. 6 piparras o guindillas en conserva, 6 anchoas en salazón, 12 aceitunas verdes con o sin hueso, aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Preparar unas brochetas o palillos de aperitivo y una bandeja o fuente de servir. La gilda original se prepara con aceitunas con hueso porque en aquellos años no existían deshuesadas, se puede optar por esa versión si se prefiere ser más fiel a la preparación clásica. Escurrir las piparras del líquido de la conserva y cortar el rabito. También se puede dejar si se desea. Cortar cada unidad en dos trozos o dejar enteras, si son pequeñas. Escurrir también las anchoas. Montar cada pincho empezando con una aceituna verde sin hueso -puede ser rellena o no-. Continuar con una porción de piparra y ensartar después la anchoa doblada sobre sí misma. Volver a introducir una mitad de piparra y terminar con otra aceituna. Continuar hasta terminar los pinchos y aliñar al gusto con buen aceite de oliva virgen extra.

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Ensaladilla rusa de matrícula de honor

Ensaladilla
  • Ingredientes. 3 patatas medianas, 4 huevos, 2 zanahorias grandes, 300 g de mayonesa casera, sal y 15 ml de vinagre de vino blanco.
  • Elaboración. Cocemos las patatas y las zanahorias, sin pelar, en una cacerola con abundante agua. Lo hacemos a fuego suave, sin prisas, y vamos retirando las hortalizas cuando notemos que, al pinchar con una brocheta, están al dente. Las zanahorias estarán listas antes que las patatas, aunque todo dependerá del tamaño y la antigüedad de ambas. Mientras tanto cocemos tres huevos, sumergiéndolos en un cacito con agua hirviendo con sal y el vinagre. Retiramos después de 10-12 minutos y refrescamos inmediatamente en abundante agua helada para cortar la cocción. Pelamos, picamos finamente y reservamos. Cuando las hortalizas estén listas y hayan perdido temperatura, las pelamos y picamos o, en el caso de la patata, rallamos. Mezclamos con los huevos y sazonamos al gusto. Preparamos una mayonesa casera siguiendo estas indicaciones, usando un poco de aceite de oliva para dar un toque extra de sabor. Añadimos, removemos bien y guardamos en la nevera. Atemperamos unos minutos antes de servir.

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Otras recetas de aperitivos

Croquetas

Platos de cuchara

Crema Essau de lentejas

Crema Essau
  • Ingredientes para 4 personas. 200 g de lentejas cocidas, 1 puerro, 1 cebolla, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, 400 ml de caldo de verduras, 1/2 cucharadita de pimentón, sal.
  • Elaboración. Pelamos y picamos la cebolla. Lavamos bien el puerro (solo la parte blanca) asegurando que no quedan restos de tierra y picamos. Calentamos el aceite en una cacerola y pochamos la cebolla y el puerro a fuego medio durante 10 minutos. Añadimos las lentejas, el pimentón, el caldo de verduras y una pizca de sal. Cocemos a fuego suave durante 15 minutos. Trituramos y, si queremos que quede más fina, pasamos por un chino o colador. Ajustamos el punto de sal si fuera necesario y servimos.

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Gazpachuelo malagueño

Gazpachuelo
  • Ingredientes para 4 personas. 500 g de patatas, 1,5 kg de merluza limpia (conservando cabeza y espinas), 1 laurel, 1 manojo de perejil, 3 l de agua, 8 gambones, 1 limón, 1huevo, 100 ml de aceite de girasol, 100 ml de aceite virgen extra, sal.
  • Elaboración. Pelamos y cortamos las patatas en trozos de igual tamaño. Pelamos los gambones y reservamos los cuerpos. Colocamos la espina y cabeza de la merluza en una cacerola junto con las cáscaras de los gambones, los trozos de patata, el laurel y el perejil. Agregamos el agua y llevamos a ebullición. Hervimos a fuego suave al tiempo que espumamos, 30 minutos. Hacemos la mayonesa con el aceite, el limón y el huevo. Cortamos la merluza en trozos pequeños y la reservamos junto con los cuerpos de los gambones o langostinos. Una vez listo el caldo, lo colamos y pasamos a otra cacerola limpia junto con las patatas y cocemos durante 10-12 minutos. Retiramos la cacerola del fuego y separamos un par de cacitos del caldo. Pasamos la mayonesa a un cuenco y le añadimos una pequeña cantidad de caldo caliente. Esto hay que hacerlo poco a poco y removiendo con suavidad para evitar que la mahonesa se corte. Repetimos la operación cuantas veces sea necesario hasta incorporar todo el caldo que hemos reservado. Agregamos la merluza y los gambones. Esperamos un par de minutos antes de incorporar la mezcla de la mayonesa a la cacerola. Lo haremos lentamente y mezclando con suavidad para evitar que se corte la mayonesa. Servimos inmediatamente y decoramos con un poco de perejil fresco picado.

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Sopa vegana con agua de coco

Sopa
  • Ingredientes para 6 personas. 2 l (aprox.) de agua de coco, 1 l de agua, 1 cebolleta, 1 patata mediana, 1 puerro, 1 nabo, 2 zanahorias, 1 apio, 5-6 tomatitos cherry, sal y pimienta.
  • Elaboración. Lavar todas las verduras. Pelar la patata, la cebolleta y ligeramente las zanahorias y el nabo. Retirar la posible capa dañada o fea del puerro y cortar los extremos. Retirar los filamentos del apio. Cortar en piezas de un bocado la patatas y el nabo, la cebolleta en cuartos, el puerro en rodajas no muy finas y las zanahorias y el apio en trozos más pequeños. Cortar los tomates por la mitad. Calentar la mitad del agua de coco con toda el agua en una olla grande, añadir una cucharadita de sal y llevar a ebullición. Agregar la cebolleta y la patata y mantener una cocción muy suave bajando el fuego. Pasados 10 minutos, añadir el puerro, el nabo y el apio y cocinar 20 minutos más, sin hervir. Añadir las zanahorias y los tomates y cocer unos 15 o 20 minutos más, hasta que las verduras estén al punto. Incorporar toda o parte del resto de agua de coco, al gusto y la pimienta. Dar un último hervor unos pocos minutos y rectificar de sal.

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Otras recetas de platos de cuchara

Verdinas

Platos principales

Curry cremoso de langostinos

Curry de langostinos
  • Ingredientes. 24 langostinos, 300 g de espinacas frescas limpias, 400 ml de leche de coco, 1 cebolla, 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, curry al gusto.
  • Elaboración. Picamos la cebolla en juliana y la pochamos a fuego medio hasta que empiece a dorar. Bajamos el fuego y agregamos los langostinos pelados. Con sus cabezas y caparazones preparamos un fumet o caldo corto para usar en este guiso. Añadimos las espinacas que llenarán nuestra sartén, la leche de coco, los polvos de curry y llevamos a ebullición. Agregamos el caldo de las cabezas de los langostinos y dejamos que se cocine durante 8 minutos. Llevamos a la mesa muy caliente.

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Solomillo de cerdo con membrillo

Solomillo
  • Ingredientes para 2 personas. 1 solomillo de cerdo, 1 cebolla, 150 g de dulce de membrillo, 300 ml de caldo de pollo, 4 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, un puñado de piñones, pimienta, sal y romero opcional.
  • Elaboración. Cortamos el solomillo de cerdo en medallones de unos dos centímetros de grosor y salpimentamos. Calentamos un poco de aceite en una sartén y marcamos la carne a fuego fuerte junto con los dientes de ajos pelados. Deben quedar sellados por fuera y crudos por dentro. Retiramos los medallones de la sartén y reservamos. Desechamos los dientes de ajo. Añadimos un poco más de aceite y pochamos la cebolla, finamente picada, durante diez minutos o hasta que esté transparente. Añadimos entonces la carne de membrillo troceada y cocemos hasta que se funda. Incorporamos el caldo y hervimos unos minutos para ligar la salsa antes de devolver los medallones a la sartén. Cocemos cinco minutos. Si queremos una salsa sin tropezones, la trituramos y colamos. Tostamos los piñones en una sartén sin aceite y los añadimos a la carne en el momento de servir.

Más detalles en la receta completa.

Calamares en su tinta con sobrasada

Calamares
  • Ingredientes para 4 personas. 8 calamares limpios, 8 dientes de ajo, 1 laurel, aceite de oliva virgen extra, agua, sobrasada, sal, guindilla.
  • Elaboración. Sin quitarles la piel, damos unos golpes a los dientes de ajo con la hoja de un cuchillo para abrirlos ligeramente. En una cazuela ponemos un poco de aceite y sofreímos los ajos y la guindilla troceada. Añadimos agua (no demasiada porque si es necesario podemos agregar más después) y la hoja de laurel y dejamos que se haga unos dos minutos. Incorporamos los calamares y dejamos que se hagan un poco por cada lado. Mientras desmigamos la sobrasada, como su sabor es fuerte lo mejor es que no utilicemos mucha cantidad. La añadimos junto a la tinta de calamar, rectificamos de sal, dejamos unos minutos más y servimos.

Más detalles en la receta completa.

Otras recetas de platos principales

Pollo

Panes y otras masas

Pan en microondas

  • Ingredientes. 250 g de harina de trigo, 5 g de sal, 8 g de levadura química (impulsor), 30 ml de aceite de oliva virgen extra, 130 ml de agua.
  • Elaboración. Mezclamos la harina de trigo con la sal, la levadura química, el aceite y el agua. Removemos bien con ayuda de una cuchara o un tenedor y, cuando empiece a ser difícil de trabajar, lo hacemos con las manos. Una vez integrado todo , pasamos la masa a la encimera y amasamos durante cinco minutos o hasta que se haya vuelto elástica y lisa. Cortamos en dos y damos forma ovalada. Introducimos en un recipiente apto para el microondas, con la base cubierta de papel vegetal, y hacemos dos cortes transversales. Cubrimos el recipiente con film transparente, agujereamos la superficie y lo introducimos en el microondas. Cocemos a máxima potencia 4 minutos. Retiramos el film transparente y trasladamos a una rejilla metálica para dejar enfriar y evitar que la base se humedezca.

Más detalles en la receta completa.

Pan casero sin amasado

Pan
  • Ingredientes para 1 unidad. 500 g de harina de fuerza, 6 g de levadura fresca de panadería, 10 g de sal, 325 ml de agua, semillas al gusto.
  • Elaboración. En un cuenco mezclamos la harina de fuerz, la levadura desmenuzada y la sal. Añadimos el agua y mezclamos lo justo para que todo se una, sin amasar. Volcamos la masa a un táper, cubrimos con film transparente y dejamos reposar 12 horas. Si pasadas las 12 horas de fermentación, no tenemos tiempo de seguir con la receta, guardamos el recipiente de masa en la nevera hasta el día siguiente. Si lo hacemos así, debemos sacar la masa y esperar que se temple un par de horas, antes de seguir. Enharinamos la mesa de trabajo. En mi caso me gusta hacerlo sobre una bandeja de las de hornear galletas, ya que así puedo mover la masa y girarla más fácilmente. Volcamos la masa y la estiramos un poco, para formar un rectángulo, con las puntas de los dedos sin presionar demasiado. Doblamos la masa llevando cada lado hacia el centro, y de forma que quede superpuesta una parte sobre la otra. Hacemos la misma doblez en el otro sentido, transversalmente. Sobre un paño de algodón o lino echamos abundantes semillas. Colocamos encima la masa que habremos girado, quedando ahora el doblez en la base. Cubrimos con más semillas, y tapamos. Dejamos fermentar hasta que la masa duplique su volumen. Cuando la masa lleve fermentando una hora, calentamos el horno a 180ºC. Introducimos la cazuela donde lo vayamos a hornear para que se caliente lo suficiente. Sacamos del horno la cazuela, con mucho cuidado de no quemarnos. Suavemente volcamos la masa dada la vuelta en la olla, nos quedará el pliegue hacia arriba. Colocamos la tapa y horneamos durante 30 minutos. Destapamos y horneamos durante otros 20 minutos más.

Más detalles en la receta completa.

Farinata o fainá

Farinata
  • Ingredientes para 2-4 personas. 100 g de harina de garbanzo, 300 ml de agua, 40 g de aceite de oliva virgen extra, 4 g de sal y un poco más, pimienta negra y otros aderezos al gusto.
  • Elaboración. Disponer la harina de garbanzos en un recipiente y empezar a añadir el agua muy poco a poco, removiendo con las varillas manuales a medida que se incorpora, para formar primero una pasta. Continuar añadiendo el agua y removiendo hasta tener un líquido muy fluido. Tapar con un paño o plástico film y dejar a temperatura ambiente, o en una zona fresca si hace mucho calor, 4-8 horas. Remover cadao dos horas. Precalentar el horno a su máxima temperatura, con la sartén de hierro fundido o la cazuela o fuente que vayamos a usar. Debería tener un diámetro de unos 25 cm, y ser apta para esas temperaturas. Añadir la sal y volver a remover. Sacar con mucho cuidado y echar el aceite por toda su superficie. Verer con cuidado la masa encima -se mezclará con el aceite sin incorporarse de forma homogénea, es normal-. Agregar abundante pimienta negra recién molida, más sal y otros aderezos al gusto. Hornear en el nivel más bajo del horno durante unos 20-25 minutos, hasta que el borde empiece a tostarse y esté dorada. Cambiar el horno a modo gratinar, subir al nivel superior y gratinar cuatro o cinco minutos más.

Más detalles en la receta completa.

Otras recetas de panes y masas

Pan

Fotos | Unsplash - Pixabay
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Pan de leche en molde con tang zhong: receta para un desayuno o merienda muy tierno

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Pan de leche en molde con tang zhong: receta para un desayuno o merienda muy tierno

El pan de leche es muy agradecido para quienes no se terminan de decidir si prefieren un desayuno dulce o salado. Ligeramente dulzón gracias a los lácteos, las rebanadas son tiernas y esponjosas, con una miga suave pero compacta, perfecta para untar bien de mantequilla y mermelada, o cubrir con quesos, aguacate o lo que nos apetezca. Si tenemos amasadora en casa es un pan muy sencillo; en caso contrario solo tendremos que trabajar un poco más a mano.

Aplicaremos en primer lugar la técnica del tang zhong, sobre la que puedes leer más a fondo aquí. Básicamente consiste en separar un 10% de la harina total, y una parte del líquido en proporción 5:1 respecto a la harina total. Se cuecen ambos ingredientes para formar una papilla espesa que luego se añadirá a la masa final. El tang zhong se puede hacer la víspera o unas horas antes, pues hay que dejarlo enfriar totalmente.

Ingredientes

Para 12 personas
  • Harina de fuerza para el tang zhong 50 g
  • Leche para el tang zhong 250 ml
  • Miel (1 cucharadita) 5 ml
  • Levadura fresca de panadería 12 g
  • Leche para el resto de la masa 75 ml
  • Harina de fuerza para el resto de la masa 450 g
  • Sal (1 cucharadita colmada) 6 g
  • Mantequilla a temperatura ambiente 75 g
  • Yema de huevo 1

Cómo hacer pan de leche en molde con tang zhong

Dificultad: Media
  • Tiempo total 1 h 20 m
  • Elaboración 45 m
  • Cocción 35 m
  • Reposo 4 h

Una hora antes, o la víspera, empezar con el tang zhong. Disponer la leche en un cazo, añadir la harina tamizada y calentar a fuego bajo, removiendo con unas varillas constantemente hasta que espese formando como una bechamel ligera. Aquí se explica mejor el proceso. Retirar, tapar con film y dejar enfriar por completo.

Disponer el resto de harina en un recipiente grande o el vaso de una amasadora, y formar un hueco en el centro. Calentar ligeramente el resto de leche y diluir la miel. Desmigar la levadura, mezclar y echar en el hueco de la leche, espolvoreando un poco por encima. Tapar y dejar reposar 15 minutos.

Pan de Leche

Agregar el tang zhong y la sal y empezar a mezclar todos los ingredientes. Amasar unos minutos hasta que quede todo integrado y echar la mantequilla troceada. Seguir amasando hasta tener una masa lisa, elástica y homogénea, unos 15-20 minutos a mano, 5-8 minutos con amasadora.

Engrasar un recipiente con mantequilla o aceiture neutro, formar una bola y dar unas vueltas para que se unte un poco. Tapar con un paño húmedo o plástico film y dejar levar hasta que doble su tamaño. Puede tartar entre dos y cuatro horas, según la temperatura ambiente.

Pan de Leche

Sacar la masa y deshincharla sobre la mesa de trabajo. Amasarla un poco más y dividir en cuatro porciones del mismo peso. Formar cuatro bolas y colocarlas en un molde rectangular grande previamente engrasado generosamente. También se pueden hacer bolitas más pequeñas y llenar un molde redondo o cuadrado.

Batir la yema de huevo con un chorrito de leche y pincelar el pan. Tapar el molde y dejar que leve de nuevo hasta doblar el tamaño -tardará menos que la primera vez-. Precalentar el horno a 200ºC.

Volver a pintar con la yema y hornear a media altura durante unos 35-40 minutos. Esperar unos instantes fuera del horno antes de desmoldar, con cuidado de no quemarse, y dejar enfriar sobre una rejilla.

Con qué acompañar el pan de leche en molde

Al natural o tostado, este pan de leche es una delicia bien untado con mantequilla, miel, mermelada, yogur, fruta fresca... También en salado, con queso crema o cottage, aguacate maduro, jamón, salmón ahumado, queso en lonchas, huevos... es un pan que puede combinar con casi todo. Para que se conserve mucho mejor, si no vamos a consumirlo entero en 24-48 horas, conviene cortarlo en rebanadas y congelarlas. Aunque si nos queda alguna más seca podemos aprovechar para preparar tostadas francesas o torrijas.

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Esta máquina de leche Mila te ayudará a crear tus propias bebidas vegetales de almendra, coco o soja y está rebajada hoy en Amazon

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Esta máquina de leche Mila te ayudará a crear tus propias bebidas vegetales de almendra, coco o soja y está rebajada hoy en Amazon

Tanto si eres vegetariano, vegano, intolerante a la lactosa o simplemente te has propuesto llevar una vida más saludable, quizás te estés planteando pasar a bebidas vegetales como la conocida coloquialmente leche de almendras.

Si es tu caso, probablemente ya tendrás claro el coste extra que supone comparado con otras bebidas o con la propia leche tradicional, por eso consideramos una oferta interesante esta máquina Mila que permite elaborar tus propias bebidas vegetales y que además puede ser tuya por 319 271,15 euros.

Leche De Almendras

Con una capacidad de un litro esta Mila puede elaborar cualquier tipo de leche vegetal de forma automática, para ello solo necesitamos introducir los ingredientes en la cámara de mezcla y pulsar el botón de inicio. Gracias a su molinillo ultrafino esta máquina garantiza una leche bastante conseguida (siempre según el critero del fabricante).

En cuanto al ahorro, teniendo en cuenta que para elaborar 100 ml de cada bebida solo necesitas entre 3 y 10 gramos de ingredientes, es considerable (incluye un libro de recetas para sacarle todo el partido). Además, para mayor comodidad, la Mila incluye un temporizador de hasta 24 horas para programar tu bebida y tomarla recién echa cuando te apetezca.

Máquina de leche de almendras Mila - 1 litros

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Algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

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Arroz con leche: receta tradicional del gran postre asturiano

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Arroz con leche: receta tradicional del gran postre asturiano

Esta receta de arroz con leche tradicional es de la cocinera asturiana Cristina Buznego. Lo que más me ha gustado de ella es que resulta muy cremosa y que los sabores se ven potenciados gracias al aroma del anís, un ingrediente que no suelo usar muy a menudo.

Sobre todo, tened la precaución de poner el fuego muy bajo cuando esté cociendo, para que no se pegue a la cazuela, y removed de vez en cuando el arroz con una cuchara de madera, no es necesario que le deis vueltas durante toda la cocción.

Ingredientes

Para 6 personas
  • Arroz redondo 180 g
  • Leche entera 1250 ml
  • Azúcar 180 g
  • Piel de limón 1
  • Mantequilla 40 g
  • Anís dulce un chorrito
  • Sal una pizca
  • Agua medio vaso
  • Azúcar para quemar

Cómo hacer arroz con leche tradicional

Dificultad: Media
  • Tiempo total 1 h 30 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 1 h 15 m

Empezamos poniendo al fuego una cazuela con el agua, la sal y el arroz. Dejamos que el arroz se haga un poco a fuego muy lento unos pocos minutos. Después agregamos la leche, la piel de limón, la mantequilla y el chorrito de anís y dejamos que cueza a fuego muy bajo durante 1 hora o hasta que el arroz esté hecho y se forme una crema.

Una vez cocido, agregamos el azúcar y dejamos que cueza unos 5 minutos más. Lo dejamos reposar un poco y lo repartimos en recipientes individuales. Cuando esté frío, espolvoreamos la superficie con azúcar y lo quemamos con una plancha o con un soplete. Guardar en la nevera hasta el momento de servir.

Paso A Paso

Con qué acompañar el arroz con leche tradicional

A nosotros, el arroz con leche tradicional nos gusta muy frío, por eso lo guardo siempre en la nevera, para servirlo bien fresquito. Según lo dulce que os guste podéis ponerle más o menos azúcar encima para quemarlo con el soplete.

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Brasovence: las crêpes rellenas, enrolladas y empanadas que triunfan en Rumanía

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Brasovence: las crêpes rellenas, enrolladas y empanadas que triunfan en Rumanía

Cuando se trata de crêpes es difícil equivocarse. Nos encantan los clásicos, ya sean dulces, como los suzette, o salados, como los rellenos de espárragos y queso brie. Pero siempre estamos dispuestos a probar nuevas formas de prepararlos y estos rollitos de crêpes, que triunfan en Rumanía, nos parecen soberbios.

Su nombre original es braşovence, muy exótico él, pero vamos a quedarnos con crêpes rellenas, enrolladas y empanadas para entendernos mejor. Crujientes por fuera y cremosos por dentro, cada bocado es un sorprendente contraste de texturas. El relleno se puede adaptar al gusto y el nuestro es de cebolla, calabacín y tomate. Caballo ganador.

La receta es entretenida, que no complicada. Empezamos preparando el relleno, que tiene que quedar jugoso, y dejando que enfríe antes de triturar groseramente. Después le llega el turno a las crêpes y, por último, se montan los rollitos, se empanan y se fríen. Recién hechos, cuando el empanado está crujiente, son un manjar.

Ingredientes

Para 14 unidades
  • Huevo (para la masa) 2
  • Leche (para la masa) 240 ml
  • Sal (para la masa) 2 g
  • Harina de trigo (para la masa) 110 g
  • Mantequilla fundida (para la masa) 20 g
  • Cebolla (para el relleno) 1
  • Calabacín (para el relleno) 1
  • Tomate concentrado (para el relleno) 10 ml
  • Agua (para el relleno) 50 ml
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Huevo (para el empanado) 2
  • Pan rallado (para el empanado)

Cómo hacer braşovence o crepes rellenas, enrolladas y empanadas

Dificultad: Media
  • Tiempo total 1 h
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 30 m
  • Reposo 1 h

Para el relleno

Picamos finamente la cebolla y el calabacín. Calentamos un poco de aceite en una sartén y pochamos la cebolla a fuego suave durante 10 minutos o hasta que esté traslúcida. Añadimos el calabacín, salpimentamos y sofreímos un par de minutos. Incorporamos el tomate concentrado, el agua, tapamos y cocemos a fuego suave durante 30 minutos.

Si se seca en exceso el relleno, añadimos un poco más de agua. Debemos obtener un pisto jugoso, pero consistente. Dejamos enfriar antes de triturar con una batidora. Guardamos en la nevera hasta el momento de usar para rellenar las crêpes.

brasovence paso a paso

Para las crêpes

Recomendamos preparar la masa de crêpes en una jarra grande para poder verterla directamente después sobre la sartén, es mucho más práctico. Solo hay que introducir todos los ingredientes en su interior y triturar con una batidora de mano hasta que no queden grumos. Dejamos reposar en la nevera mínimo una hora.

Calentamos una sartén a temperatura media-alta. Vertemos una pequeña porción de masa en el centro y extendemos rápidamente por toda la superficie. Cocemos uno o dos minutos, hasta que los bordes se despeguen. Volteamos y cocemos por la otra cara un minuto más. Retiramos a un plato y continuamos con el resto de la masa hasta terminar.

Montaje y terminación

Tomamos una cucharada del relleno y la extendemos en un cordón en un extremo de la crêpe, sin llegar a los lados. Doblamos los extremos derecho e izquierdo sobre el relleno y enrollamos. Repetimos la operación con el resto de crêpes y del relleno. En el vídeo de arriba podéis ver cómo lo hacemos.

Batimos los huevos en un plato hondo y colocamos abundante pan rallado en otro. Calentamos abundante aceite en una sartén. Pasamos cada rollito por huevo y pan rallado. Freímos en el aceite hasta dorar, volteando para que se haga por todos lados. Escurrimos sobre papel absorbente y servimos inmediatamente.

Con qué acompañar las braşovence o crepes rellenas, enrolladas y empanadas

Hemos servido las braşovence o crepes rellenas, enrolladas y empanadas con una salsa bechamel ligera. No es que necesiten de ella, pero teníamos una pequeña cantidad en la nevera y nos ha servido para dar un toque más sofisticado a los rollitos. Entran con una facilidad pasmosa, avisados quedáis.

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Parece una cafetera vintage pero en realidad es un espumador que cambiará por completo tu café casero (y está rebajado en Amazon)

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Parece una cafetera vintage pero en realidad es un espumador que cambiará por completo tu café casero (y está rebajado en Amazon)

A veces compensa gastar un poco más en un pequeño electrodoméstico si con esto, ganamos en diseño, especialmente si disponemos de poco espacio de almacenaje en casa y tenemos que dejar a la vista este tipo de compras.

Si el estilo nos encanta, puede cumplir dos funciones, la suya propia y además, convertirse en un elemento decorativo más que refleje nuestra personalidad. Es el caso de este espumador de leche a la venta en Amazon, con aspecto de cafetera italiana retro que encontramos rebajado hoy por 69,90 59,41 euros.

Espumador2

Este espumador eléctrico Mia cuenta con dos piezas adaptables para batir y remover tanto la leche, como el cacao ya estén fríos o calientes, generando esa espuma tan apetecible. Su manejo es muy intuitivo ya que solo tiene un botón y cuatro funciones (el botón cambia de color en cada tipo de función).

Está fabricado en acero inoxidable con mango de madera, que le da este aspecto vintage de cafetera italiana y es fácil de desmontar, además es apto para lavavajillas. Otra de las características a tener en cuenta es su apagado automático, ideal para despistados.

Espumador de leche electrico, Milk Frother 600W, 250ml Batidor/Calentador de leche, Acero Inoxidable, 4 Programas para leche fría o caliente, Apagado automático

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El envío en Amazon es gratis siempre que tu pedido alcance el importe mínimo de 29 euros o estés suscrito a Prime (puedes probarlo gratis durante un mes)

Algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

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Por qué a veces se corta la leche o la bebida de soja en el café (y qué podemos hacer para evitarlo)

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Por qué a veces se corta la leche o la bebida de soja en el café (y qué podemos hacer para evitarlo)

La (mal) llamada leche de soja sigue siendo la más popular de las bebidas vegetales, probablemente porque fue pionera en el mercado y por su mejor perfil nutricional. Muchos cafeteros recurrimos a ella como alternativa a la leche animal, pero, sabor aparte, tiene un inconveniente algo desagradable: suele cortarse al mezclarse con el café.

En realidad, es un fenómeno que también puede ocurrir con la leche común de vaca, y simplemente responde a un proceso químico natural que, de hecho, se produce igualmente en nuestro sistema digestivo. Hay que recordar que la leche cortada puede ser perfectamente segura y comestible, ya que no implica por sí misma que se haya echado a perder. De hecho, ya la cortamos nosotros al elaborar nuestro buttermilk casero, o al hacer nata agria.

Pero a nadie le gusta encontrarse con un vaso o taza de café turbio, con sólidos blanquecinos flotando irregulares en la bebida, resistiéndose a ser disueltos por mucho que agitemos la cuchara. No es precisamente el resultado que uno busca al prepararse un café con leche, ya sea en su versión corriente o bien con alternativas veganas o sin lactosa.

Comprender por qué ocurre exactamente nos ayudará a evitar que suceda para así disfrutar siempre de un café perfecto en casa a nuestro gusto.

La leche no es un líquido homogéneo como el agua

Leche Cuajo

Estamos acostumbrados ya a la leche industrial procesada que nos ofrece un líquido blanco aparentemente homogéneo, pero este alimento, en origen, es tremendamente complejo y rico en muchas sustancias. Algunos afortunados recordarán con nostalgia cómo la leche de pueblo, la “de antes”, tenía un sabor que poco se parece a la gran mayoría de productos de hoy, y no nos referimos a la peligrosa leche cruda.

La leche fresca entera, pasteurizada, ha decaído en los hogares en favor de la UHT y variantes como la gama de semidesnatadas y desnatadas. Se busca homogeneizar y estabilizar el lácteo para que sea más cómodo y agradable al consumidor. Por eso hoy es poco frecuente que se nos corte la leche en casa, y probablemente nadie se haya encontrado últimamente con su café con leche casero cortado, aunque sí sigue siendo más común, todavía, en hostelería.

Leche Cortada

Pero la leche es un producto muy inestable y más bien viscoso, irregular y heterogéneo, formada por un 85% de agua y sólidos como proteínas, azúcares y grasas. Los mamíferos están preparados para que, en la fase mamaria puedan digerirla a través de las enzimas digestivas, las cuales, entre otras cosas, separan el cuajo del líquido o suero. En otras palabras: los ácidos de la digestión "cortan" la leche, y así se pueden aprovechar sus valiosos nutrientes.

A vueltas con la acidez

Un concepto básico en la ciencia de los alimentos y bebidas es la acidez, que debemos desvincular con la imagen negativa que asociamos al ardor de estómago por malas digestiones. Se mide en la escala pH, como ya vimos al hablar de la alicina del ajo. Esta escala distingue a nivel químico entre elementos ácidos (pH bajo, como el vinagre) neutros (el agua) y básicos (pH alto). La acidez es un parámetro que influye directamente en el aroma y sabor del café, y que sea más alta o más baja puede depender de muchos factores, comor el origen de los granos o el grado de tueste.

Cafe Con Leche1

Resumiendo mucho, el café es un medio ácido y la leche animal y la bebida de soja son sustancias ricas en proteínas (caseína en los lácteos), con una carga de moléculas negativas. Estas, en contacto con un ácido de moléculas positivas (el café), se juntan entre sí, se forman agregados y se precipitan, separándose del líquido. De este modo, la leche o bebida de soja "se cortan", dejan de ser homogéneas y no hay manera de volver a unificarlas. El calor potencia esa separación.

Este proceso es básicamente el mismo que se emplea para hacer quesos frescos o cuajada, o, en el caso de la soja, tofu. Pero nadie quiere requesón de café con sus tostadas a primera hora de la mañana.

Cómo evitar que la leche se corte con el café

Ya hemos comentado que es poco probable que se nos corte en casa el café con leche de vaca corriente, salvo que utilicemos leche fresca específica o con unas proteínas especialmente inestables. Sí es más posible que se nos corte la bebida de soja, pero hay formas de evitarlo.

Cafe
  • Comprar un café de baja acidez, con pH alto. Este parámetro puede venir indicado en el paquete, o podemos preguntar directamente en tiendas especializadas, donde controlan cada aspecto de los cafés de origen que ofrecen en cada temporada. En general, los cafés cultivados en altitudes bajas y de variedad robusta presentan menos acidez.
  • Escoger un tueste medio u oscuro. El grado de tueste, siempre natural y nunca torrefacto, afecta también a la acidez, siendo más baja a medida que se incrementa.
  • Ajustar la temperatura de la cafetera para que el café no salga excesivamente caliente, si es automática, o procurar que no hierva si se emplea una cafetera italiana tipo moka. Infusionar la bebida con el fuego a potencia baja también ayuda, y permite obtener mejor café.
  • Calentar la taza antes de servir el café para no depender tanto de la temperatura de la bebida en sí misma. Esto se puede hacer con agua muy caliente que luego se desecha, secándola con un paño o papel de cocina, o usando el calor residual del horno.
  • No calentar en exceso la bebida de soja, simplemente aplicar temperatura hasta que esté tibia, o usar a temperatura ambiente.
  • Depositar en primer lugar la bebida vegetal o leche en la taza, y añadir después el café, removiendo al mismo tiempo poco a poco.

Como alternativa quizá más efectiva tenemos la opción de cambiar la bebida de soja por otra vegetal, como la leche de almendras o la de avena, que incluso existe ya en versión especial para usos baristas. Aquí ya entran en juego los gustos personales, pero hay tanta variedad en el mundo de las bebidas vegetales, que incluso entre las marcas de soja podemos obtener resultados y sabores muy diferentes.

Soja

El problema con la bebida de soja reside, precisamente, en sus virtudes nutricionales, pues, comparativamente, suele ganar por goleada en el contenido de proteínas de calidad a las demás. Son esas proteínas las que provocan que se corte con el café, y por eso hay profesionales como los expertos de Hola Coffee que rechazan tajantemente usarla en sus negocios.

Fotos | iStock - Unsplash - City Foodsters - Sterling College
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Rollos de canela: la receta más rápida de los cinnamon rolls

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Rollos de canela: la receta más rápida de los cinnamon rolls

Los conocidos como cinnamon rolls son una auténtica delicia a la que no me puedo resistir. Por eso, cuando me encontré con esta receta de rollitos de canela en tan solo una hora me faltó tiempo para probarla en casa, y estoy muy contenta con los resultados.

Quizá tardemos algo más de una hora si nos falta algo de maña a la hora de formar los rollitos, pero sí es cierto que esta masa apenas requiere amasado ni tiempos de levado. Claro que las masas de panadería ganan más con levados largos y reposos fríos, pero para esos días en los que no tenemos mucho tiempo esta receta es perfecta.

Ingredientes

Para 12 unidades
  • Harina de repostería 145 g
  • Harina de fuerza 200 g
  • Levadura seca de panadería 7 g
  • Azúcar 50 g
  • Mantequilla 25 g
  • Huevos L 1
  • Agua 120 ml
  • Leche 60 ml
  • Sal 5 g
  • Mantequilla para el relleno 55 g
  • Azúcar moreno 80 g
  • Canela molida 10 g
  • Esencia de vainilla 5 ml

Cómo hacer rollitos de canela en una hora

Dificultad: Media
  • Tiempo total 30 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 15 m
  • Reposo 25 m

Disponer en un recipiente amplio la harina de trigo con la harina de fuerza, la levadura y la sal, mezclando con unas varillas. Formar en un hueco en el centro. Colocar la mantequilla, el azúcar, el agua y la leche en un cuenco y calentar en el microondas o en un cazo hasta que la mantequilla se haya derretido. Echar en el hueco de la harina y agregar el huevo.

Precalentar el horno a 90ºC. Mezclar todos los ingredientes hasta tener una masa pegajosa y comenzar a amasar, a mano o con el accesorio amasador de una batidora. Cuando tengamos una masa homogénea y elástica, tapar con plástico film y dejar reposar 5 minutos.

Estirar sobre una superficie limpia hasta formar un rectángulo de unos 40 cm por 20 cm. Cubrir con la mantequilla, mezclar todos los demás ingredientes del relleno de canela y añadir. Enrollar y cortar 12 porciones más o menos del mismo grosor. Colocar en una fuente de horno de unos 30 por 20 cm. Tapar con papel de aluminio, apagar el horno y meter la fuente. Dejar levar 25 minutos.

Rollitos Canela Pasos

Sacar la masa, encender el horno a 190ºC y hornear sin el papel de aluminio durante unos 15-18 minutos. Pintar con un glaseado ligero de azúcar glasé tamizado y agua o leche cuando se hayan enfriado un poco.

Con qué acompañar los rollitos de canela

Los cinnamon rolls o rollitos de canela están buenísimos cuando todavía están algo templados, recién salidos del horno. Es una receta ideal para preparar durante el fin de semana para el desayuno o la merienda, mojados en un vaso de leche, de café, té o una bebida con cacao no demasiado dulce. También se pueden congelar individualmente una vez fríos, bien envueltos en plástico film y después en una bolsa de congelación hermética.

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Receta de mhalbi, el postre tradicional argelino que nos recuerda al arroz con leche (pero que es mucho más fácil)

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Receta de mhalbi, el postre tradicional argelino que nos recuerda al arroz con leche (pero que es mucho más fácil)

Indagar en la dulcería de otras gastronomías nos abre un universo nuevo de placeres golosos. Muchas de nuestras recetas tradicionales tienen raíces islámicas, y sin embargo desconocemos muchas delicias de otros países ligadas a esas culturas como el mhalbi argelino, cuya degustación nos traerá recuerdos familiares. Se trata de una especie de pudding o crema de arroz con leche, pero elaborado con su forma molida o harina, y no el grano entero. Sencillo, humilde, cremoso y facilísimo.

Según cuenta la autora de quien hemos seguido la receta, es un postre típico originario de la capital de Argelia, Constantina, y muy ligado a celebraciones y fiestas como el Ramadán. Es por tanto un postre sin gluten, que se puede preparar fácilmente en versión sin lactosa -ha sido nuestro caso- o vegana, usando una bebida vegetal que nos guste y no sea aguachirri. La de almendra o de arroz serían buenas opciones.

Recomendamos ajustar la cantidad de azúcar al gusto, pues en casa preferimos reducir el nivel de dulzor en los postres cremosos, que suele acentuarse al enfriarse y reposar. Además hemos probado también a prepararlo con edulcorante líquido, y queda muy bien, ya que no afecta a la textura. Podría ser una buena alternativa para diabéticos, si se adapta a la dieta de cada uno en un consumo esporádico.

En el caso de que el agua de azahar no sea de tu agrado más allá del roscón, puedes aromatizarlo con agua de rosas, también muy típica en los dulces y bebidas árabes. Claro que a muchos nos sabe a colonia, por eso es más fácil recurrir a la esencia de vainilla o de naranja. Es un postre rapidísimo y muy sencillo de preparar, que solo requiere cierta antelación para el obligatorio reposo en frío.

Ingredientes

Para 4 unidades
  • Leche entera con o sin lactosa (o vegetal) 500 ml
  • Azúcar (o al gusto) 50 g
  • Harina de arroz 60 g
  • Agua de azahar o de rosas o vainilla 5 ml
  • Canela molida al gusto para servir
  • Almendras al gusto para servir
  • Pistachos al gusto para servir

Cómo hacer mahlbi o crema de leche y arroz

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 20 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 15 m
  • Reposo 3 h

Disponer en un cazo o en una olla pequeña la leche o bebida vegetal, la harina de arroz y el azúcar, y mezclar. Calentar a fuego bajo-medio, removiendo con unas varillas manuales hasta integrar todo.

Continuar la cocción sin dejar que rompa a hervir, removiendo con las mismas varillas o una cuchara, procurando que no se pegue al fondo, unos minutos hasta que espese. Debe quedar con consistencia de natillas espesas; espesará más al enfriar.

Mhalbi. Pasos

Aromatizar con la esencia elegida y repartir en vasos o recipientes pequeños; salen cuatro raciones comedidas o tres más generosas. Tapar con plástico film tocando la superficie si se quiere evitar la costra, aunque luego es suficiente con remover muy bien para reintegrarla.

Esperar a que se enfríen antes de guardar en la nevera y refrigerar unas dos o tres horas, o mejor algunas más. Decorar con canela molida y frutos secos al gusto. Aguantarán bien dos o tres días en la nevera, tapados.

Con qué acompañar el pudding mhalbi

Como indicamos en la receta, el mhalbi se sirve normalmente con canela molida y frutos secos, siendo habituales las almendras con piel y los pistachos picados, mejor si van tostados en ambos casos. Podemos añadir también avellanas, nueces o piñones, o pétalos de flores comestibles, incluso alguna guinda. Estaría muy rico con un poco de cacao en polvo, con ralladura de cítricos o con una salsa o coulis de fruta, por ejemplo mango o frutos rojos.

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Receta de clafoutis de cerezas: un clásico de la repostería francesa que siempre triunfa

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Receta de clafoutis de cerezas: un clásico de la repostería francesa que siempre triunfa

Nos encanta la fruta de primavera y verano. Hay mucha variedad en cuanto a sabores y tipos, y además es toda tan colorida que apetece tomarla sólo con verla. Las cerezas ya están llegando a los mercados y una de las recetas dulces más clásicas de podemos hacer es este clafoutis de cerezas, una receta fácil y rápida con fruta de temporada.

El añadido de almendra molida a la receta clásica es nuestro toque personal. Si no la tenéis a mano, no os preocupéis porque se puede prescindir de ella perfectamente. Tan solo hay que sustituirla, en igualdad de peso, por harina común. Así de sencillo. Obtendréis un clafoutis de cerezas igualmente delicioso.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Huevo L 2
  • Azúcar 80 g
  • Almendra molida 30 g
  • Harina de trigo 20 g
  • Leche entera 100 ml
  • Cerezas 200 g
  • Esencia de vainilla 1 cucharadita

Cómo hacer clafoutis de cerezas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 40 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 30 m

Calentamos el horno a 180º C y engrasamos un molde redondo bajo, de unos 20 cm de diámetro. Batimos los huevos con el azúcar, la leche y la vainilla. Agregamos la almendra molida y la harina tamizadas, mezclamos todo hasta tener una masa ligera.

Vertemos la masa en el molde y repartimos las cerezas deshuesadas por toda la superficie. En mi caso dejo algunas enteras, esto es opcional y mero adorno. Horneamos sobre una rejilla durante unos 30 minutos o hasta que la crema haya cuajado, dependerá del horno.

Sacamos el molde del horno, dejamos entibiar y espolvoreamos con azúcar glacé para adornar, si lo deseamos. El clafoutis también es delicioso fresquito, así que no dudes en refrigerarlo si te apetece un postre frío.

Receta de clafoutis de cerezas paso a paso

Con qué acompañar el clafoutis de cerezas

El clafoutis de cerezas se toma como postre. Puedes servirlo tibio o bien frío. Personalmente como más me gusta es fresquito, sacado de la nevera una vez que ha reposado unas horas. Podemos tomarlo acompañado de helado de vainilla, una combinación muy rica de sabores.

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Receta de bizcocho de leche caliente: un bocado tierno y esponjoso con el sabor casero de siempre

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Receta de bizcocho de leche caliente: un bocado tierno y esponjoso con el sabor casero de siempre

No inventamos la pólvora con esta receta de bizcocho de leche caliente. Es algo que llevamos haciendo muchos años y que, hasta ahora, no habíamos compartido con vosotros en Directo al Paladar. Y eso que los bizcochos nos encantan y que nuestro repertorio es bien amplio. Hoy lo aumentamos con una receta más.

Se trata de un bizcocho tierno y esponjoso en el que la leche caliente juega un papel esencial. Ideal para servir a la hora del desayuno, la merienda o cuando apetece un bocado dulce. El tipo de molde es clave para que quepa toda la masa, si no tenéis uno de 20 cm y paredes altas, podéis usar uno de 22 cm.

Siempre que lo hacemos seguimos la receta de nuestros amigos Webos Fritos, pero rebajando la cantidad de azúcar de 300 g a 225 g, de lo contrario nos resulta demasiado dulce. Ajustad la cantidad hasta dar con el punto de dulzor que nos convenza, pero no dejéis de hacerlo. Es una delicia.

Ingredientes

Para 10 personas
  • Huevo M 4
  • Azúcar 225 g
  • Leche entera 250 g
  • Mantequilla 220 g
  • Esencia de vainilla (opcional) 3 ml
  • Levadura química 10 g
  • Harina de trigo (de todo uso) 290

Cómo hacer bizcocho de leche caliente

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 1 h
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 50 m

Engrasamos un molde de base desmontable de 20 cm de diámetro y paredes altas con un poco de mantequilla. Espolvoreamos con harina y lo agitamos para que se reparta bien por la base y las paredes. Volteamos el molde sobre la pila y dejamos que caiga el exceso de harina.

Calentamos la leche, la mantequilla y la esencia de vainilla en un cacito. Antes de que comience a hervir, apagamos el fuego y dejamos atemperar un par de minutos. Mientras tanto, en un recipiente hondo y amplio, batimos los huevos y el azúcar con unas varillas eléctricas hasta que la mezcla esté cremosa y blanquecina.

Añadimos la mezcla de leche caliente al recipiente con el huevo, poco a poco y sin dejar de batir con las varillas. A continuación incorporamos la harina y la levadura química, tamizadas, y removemos suavemente hasta incorporar, lo justo para que se integre toda la masa.

paso a paso bizcocho de leche caliente

Vertemos la masa en el molde. Lo levantamos un par de centímetros y golpeamos suavemente contra la encimera. Repetimos de nuevo este proceso. Este pequeño gesto elimina las burbujas de aire y la miga queda más homogénea.

Introducimos el molde en el horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, y cocemos el bizcocho durante 40 minutos. Entonces apagamos el horno y dejamos que se termine de cocer con el calor residual durante 10-15 minutos más. Retiramos y, una vez frío, desmoldamos y listo para disfrutar.

Con qué acompañar el bizcocho de leche caliente

Pues como con todo bizcocho, éste de leche caliente no es la excepción, los mejores momentos para disfrutar de un trozo son el del desayuno y el de la merienda. Nos encanta con un café con leche a su vera, pero puede que seas más de té, bebida de cacao, leche sola, etc. Prepara tu bebida favorita y prepárate para disfrutar de un delicioso bocado.

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Los 27 mejores quesos españoles, premiados en los World Cheese Awards: cómo son y dónde comprarlos

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Los 27 mejores quesos españoles, premiados en los World Cheese Awards: cómo son y dónde comprarlos

Las queserías españolas vuelven de los World Cheese Awards con resultados muy positivos en el número de distinciones, además del título de mejor queso del mundo absoluto. Agotadísimo el ahora tan cotizado Olavidia, los 27 quesos españoles que han destacado como los mejores de sus categorías también merecen la atención de los amantes de este producto artesanal. Jugando en casa era de esperar que los números fueran mucho mejores.

En la anterior edición del prestigioso concurso, celebrada allá por 2019, España volvió de Bérgamo con 18 quesos luciendo la a calificación 'súper oro' o Super Gold en su categoría. En esta ocasión nuestras queserías han mejorado las cifras totales, con 27 quesos que podrán lucir la etiqueta de "mejor del mundo", distinción que es toda una garantía para poner sus productos en primera línea del panorama quesero internacional.

El único problema de cara al consumidor amante de los quesos es, precisamente, esa fama que convierte a los ganadores en objetos de deseo, agotando las existencias rápidamente en muchas ocasiones. Toca ser rápidos o apuntarse a listas de espera.

Los mejores quesos españoles del mundo

Queso Oladivia de leche de cabra (Quesos y Besos)

Olavidia Tienda

El ganador absoluto de este año es obra de Silvia Peláez y Paco Romero, los maestros queseros de una joven y pequeña quesería de Guarroman, en Jaén, y tiene nombre propio. El Oladivia de Quesos y Besos se elabora con leche de cabra, bacterias penecilillum candidum y ceniza de huesos de aceituna, que marca una característica línea negra muy fina en su cremoso interior, aportando aroma y modificando ligeramente la textura.

Presentado en piezas de 250-300g dentro de una caja de madera, es un queso de coagulación láctica madurado con mohos y carbón vegetal. Su precio actual es de 10,15€ por unidad y está a la venta a través de su página web, pero debido al éxito que conlleva el primer premio las existencias están agotadas y hay que apuntarse a la lista de espera.

Oveja curado de Quesos Feijoo

Oveja Curadao Feijoo

La quesería gallega Quesos Feijoo se fundó en 1974 pero los orígenes de esta empresa familiar de Acevedo del Rio en Celanova (Ourense) se remontan a 1942. Actualmente elaboran diversos quesos con leche de vaca y oveja, atesorando ya varios premios en su palmarés particular.

El queso premiado en esta edición del concurso es un oveja curado elaborado solo con leche de oveja pasteurizada, afinado en bodega un mínimo de 120 días. La pieza pesa unos 300 g y se puede adquirir a través de su página web por 7,20 euros, aunque actualmente está agotado.

Saroi Unaiak de Lácteos de Karrantza

Saroi

Esta empresa vasca pertenece al Grupo TGT y no dispone de tienda online propia, pero su queso, elaborado con mezcla de leche de vaca y oveja pasteurizadas, se puede encontrar en diversos comercios y tiendas especializadas.

El saroi se considera uno de los quesos más antiguos del País Vasco y profundamente ligado a la vida pastoril de montaña y el ganado trashumante. De textura suave y sabor intenso con notas a mantequilla, se comercializa e piezas de 5 kg y cuñas de 1 kg y de 200 g. En Eroski lo tienen a la venta al corte por 15,96 € el kilo, 3,99 euros el mínimo de 250 g.

La Reserva mezcla curado de Entrepinares

Viejo Tostado

La quesería vallisoletana Entrepinares ya saltó a la fama hace unos años al colocar su preciado mezcla curado entre los mejores del mundo, con la curiosidad de que se vende en Mercadona todo el año, aunque no en todas las tiendas y siempre que no esté agotado.

En esta edición vuelve a repetir distinción con un queso que sigue encandilando a los jueces, con su alta intensidad, sabor ligeramente dulce, ácido y salado, con aromas torrefactos que recuerdan al toffe. Se comercializa en piezas de 3 kilos, octavos y cuñas, a unos 10 euros el kilo.

Torta de Rufino de Hermanos Cuecas Morujo

Torta Rufino

Quesos Artesanos Rufino es una empresa de tradición familiar que trabaja con leche de oveja y de cabra de forma artesanal desde Oliva de la Frontera (Badajoz), zona de dehesas con encinas y alcornoques. Sus orígenes se remontan a 1970 de la mano de Rufino y Matilde, padres de los actuales responsables de la quesería, que empezaron a comprar quesadillas a los ganaderos de la zona para añejarlas y servirlas de tapa en su bar.

Hoy elaboran quesos con diferentes formatos y curaciones, y su producto premiado es una torta que ya luce varias distinciones en su palmarés particular. La Torta de Rufino se elabora a base de leche cruda de cabra, cuajo y sal, tiene una maduración de entre dos y tres meses y se presenta en piezas de unos 650 g. Se puede encontrar en su página web a 13,95 euros.

Rulo de cabra con miel Oh my Cheese! de Lácteas Cobreros

Rulo Miel

Los orígenes de la actual empresa castellana se remontan al año 1975 cuando su fundador Ubaldo Cobreros comenzaba a trabajar en el campo del transporte.Fundada su propia compañía, en 1988 comenzaron a transportar suero y en 1990 dieron el salto a ser operador lácteo. Ya en el año 2000 es cuando construyen una nueva fábrica dedicada a elaborar rulo de cabra, leche en polvo y cuajada láctica.

Su producto premiado es un rulo de cabra de 100 g de la gama 'Oh my cheese!', queso de pasta blanda, untuoso y de un color blanco uniforme, con el toque dulce de la miel. La página web no dispone de tienda online pero suponemos que su producto se podrá encontrar en grandes superficies, supermerdados y tiendas especializadas, especialmente en la zona castellana.

Touza Vella Viejo de Touza Vella Queixería

Touza

Quesería muy joven nacida del amor de Jorge y Rocío por lo rural que en 2004 abandonaron Madrid para iniciar su proyecto en una aldea gallega. Sus quesos de leche de cabra de raza murciano-granadina ya han ganado varios premios, y de hecho el Vello curado obtuvo medalla de plata en el concurso de 2018.

Se comercializa en piezas de unos 800 g a 19 euros el kilo, aunque ahora mismo está agotado. Es un queso de leche cruda de cabra madurado 150 días y presentado envasado al vacío.

Campo Rus con Ajo Negro de Quesera Campo Rus

Camporus

Esta quesería manchega sigue una larga tradición familiar de raíces ganaderas, especializada en ganado ovino. En su catálogo cuentan con una buena variedad de quesos de tradición manchega, incluyendo especialidades a las que añaden aromas e ingredientes como azafrán o manteca.

El queso premiado es un curado elaborado con leche de oveja manchega y crema de ajo negro, con una curación de más de 12 meses y se presenta en piezas de unos 3 kilos. Actualmente la tienda online no está operativa, pero se espera que vuelva a entrar en funcionamiento próximamente.

Camembeso de Quesos Y Besos

Camembeso

La gran ganadora de este año también ha logrado llevarse otro primer premio con la distinción Supergold de su peculiar Camembeso, un producto del que Silvia Peláez nos contaba que “tiene la textura del cammembert, es muy untuoso, pero tiene otros matices totalmente distintos a Olavidia. Es más caprino, los tonos amoniacales vienen antes, es totalmente distinto”.

Es un queso de leche de cabra de coagulación mixta, con las bacterias lácticas presentes en la leche y con la adición del cuajo tradicional. Se presenta en piezas de 180-200 g y cuesta 8,05 euros, todavía con ejemplares disponibles en su página web para la venta online.

Pajarete Gran Reserva de Quesos Artesanos Pajarete

Pajarete

Fundada por José Luis Holgado Carrero y Andrés Holgado, esta quesería opera en la Sierra de Cádiz-Pueblos Blancos y cuenta con un ganado de 1.300 ovejas y 600 cabras payoyas.

Su queso premiado este año ya contaba con otras distinciones y es uno de los productos estrella de la empresa. Se elabora con mezcla de leche de oveja y cabra y tiene una maduración de 15 meses. Las piezas de 3 kg cuestan 70 euros, aunque actualmente está agotado en su página web.

Crema de Queso Camembert de Quesería Lafuente

Crema Camembert

Autodenominada como "empresa de tamaño medio", Lafuente lleva operando desde 1942 en el sector y hoy cuenta con dos centros de producción en Heras (Cantabria), y uno en Arriondas (Asturias). Elabora multitud de productos para la venta minorista y también para hostelería y uso profesional.

Su producto premiado es una crema de queso camembert que actualmente elaboran para Mercadona bajo su sello propio Hacendado y cuesta 1,35 euros la unidad, una tarrina de 150 g.

Río Vero de Quesos de Radiquero

Rio Vero

Se trata de una quesería de raíces tradicionales cuya historia comenzó en los años sesenta, que cuenta hoy con Conchi Mata como maestra quesera. Está situada en el parque natural de la Sierra de Guara, en Adahuesca (Huesca) y trabajan siguiendo la elaboración artesanal con leche de cabra.

Su producto premiado este año con la máxima distinción en su categoría es el Río Vero, un queso de cabra de pasta blanda que parte de una coagulación láctica de leche pasteurizada. Está cubierto por un moho natural azul comestible, tiene 45% de grasa y se presenta en dos formatos, 350 g y 1 kilo. Se puede adquirir en su tienda física y en la web, a 7,50 euros la pieza pequeña y 22 euros la de kilo.

Queso curado de mezcla de cabra Payoya y oveja merina de Grazalema de Hermanos Mangana Macias

Mangana

Más que una quesería se trata de una pequeña empresa familiar ganadera gaditana que elabora sus propios productos artesanales, incluyendo embutidos como el peculiar salchichón de cerdo ibérico y cabra payoya.

Ya su queso curado de oveja merina obtuvo medalla de oro en una anterior edición del concurso, y esta vez es su curado de mezcla de cabra Payoya y oveja merina de Grazalema el mejor de su categoría. No tienen página web ni tienda online; sus productos se venden en su tienda física o por encargo en el teléfono 956125616.

Queso Cabra Curado Orégano de Quesería Montesdeoca

Montesdoca

Empresa canaria situada en Adeje (Tenerife), de tradición familiar que bebe de la herencia de tres generaciones de ganaderos, que comenzó su andadura en 1984. Su nutrido catálogo de productos de leche de cabra cuentan con un buen palmarés de premios y distinciones nacionales e internacionales.

El queso premiado como Supergold en esta edición es un curado de leche de cabra cubierto con orégano, aunque en su página web indica que es semicurado. Tiene una maduración de 60 días y se comercializa en piezas enteras envasdas al vacío. No indican precio ni puntos de venta, toca contactar directamente con la empresa.

Queso Viejo Artesano de Agroalimentaria Valle de los Molinos

Oveja

La Finca Valle de los Molinos se encuentra en Los Yébenes, en el corazón de los montes de Toledo, donde la empresa cuenta con una gandería de oveja Lacaune en sistema semintensivo, en el que los animales salen a pastar en prados de nogales y son ordeñadas dos veces al día. También comercializan nueces de esos mismos nogales.

La empresa cuenta con numerosos premios en su haber, sumando este año la distinción Supergold de su queso añejo de leche cruda de oveja con 12 meses de maduración en bodega. Se puede adquirir a través de su página web en distintos formatos, desde piezas enteras de un peso mínimo de 2,75 kg por 52 euros (18,.91€/kg).

Castillo Peñas Negras de Artesanos Peñas Negras

Penas Negras

Desde el pequeño pueblo manchego de Mora trabaja esta pequeña empresa familiar dedicado a la elaboración de productos con leche de oveja desde el año 1999. Producen y comercializan únicamente queso artesano 100% puro de oveja y queso manchego ecológico, con una amplia gama de variedades.

Su queso premiado es un añejo elaborado con leche pasteurizada, con un periodo de maduración de más de 12 meses. Se puede comprar directamente en la tienda online de su página web, pudiendo elegir piezas enteras de unos 2,8 kg o medias piezas de 1,4 kg. Además dan la opción de escoger distintos cortes. La pieza completa cuesta 45 euros.

Queso madurado de cabra ecológico de Industrias Lácteas Cerrón

Ecologico

Situada en Fuente-Álamo (Albacete), esta empresa fundada hace 30 años comenzó como andadura familiar de sus fundadores Juana García y Juan José elaborando quesos en el sótano de su casa. Hoy cuentan con un buen catálogo de productos y unas instalaciones modernizadas que no han perdido la esencia artesanal tradicional.

En esta edición del concurso han logrado el primer premio de su categoría para su queso ecológico madurado de cabra, elaborado íntegramente con leche ecológica de cabra de la ganadería propia, un queso de pasta prensada madurado entre 30 y 40 días. Se puede adquirir a través de su página web en piezas de distintos tamaños, costando el queso completo de unos 2,7 kg 64 euros, y la pieza de 310 g solo 7 euros.

Queso afuega´l pitu trapo rojo de Quesería Artesana Temia

Afuega

La historia de esta quesería asturiana de raíces artesanales se remonta a 1978, cuando Oliva Fernández Tamargo y su marido Francisco Sanchez elaboraban quesu Afuega´l Pitu aprovechando la leche de sus propias vacas. En 1990 su hijo Fran cambia de profesión para dedicarse a la empresa familiar y funda en Temia, en la parroquia de Rañeces, la primera quesería artesana de afuega’l pitu en Grado con registro sanitario.

Su queso premiado es un afuega´l pitu trapo rojo elaborado con las mismas técnicas artesanales, regentando ahora la quesería Verónica, la mujer del recientemente fallecido Fran (en 2015), sus hijos y su cuñada. Por su carácter familiar y pequeño, la empresa no cuenta con página web ni tienda online, pero se puede contactar a través del teléfono 680183046.

Queso Curado Emborrizado de Agrupación de Ganaderos de los Montes de Málaga

Emborrizado

Esta cooperativa situada en Colmenar, en el corazón del Parque Natural Montes de Málaga, elabora y comercializa quesos con leche de pastoreo de sus rebaños de animales que pastan en un terreno de casi 5000 hectáreas.

El queso premiado está elaborado con leche pasteurizada de cabra, curado en aceite de oliva virgen extra y salvado de trigo, dando un regusto picante y un sabor muy intenso que, dicen, "provoca la sensación de estar comiendo queso con pan untado en aceite". La pieza entera de 1 kg de peso se puede comprar en su página web a un precio de 20,93 euros, o bien la media pieza a 10,95 euros.

Gran Music Cabra de Formatgeria Cal Músic

Calmusic

Desde El Mujal (Navàs, Barcelona) trabaja esta pequeña quesería tradicional que ha obtenido, además del Supergold, un oro y un bronce con sus quesos artesanos en esta edición. Trabajan con leche de cabra y leche de vaca ecológica.

El gran premiado es un queso de leche de cabra curado del que hay poca información disponible, puesto que su página web no tiene actualmente contenido y solo se les puede contactar por correo electrónico o telléfono.

Savel de Airas Moniz

Savel

Airas Moniz es una quesería gallega situada en plena plena Ribeira Sacra, que cambió el modelo de ganadería intensiva referente en Galicia a un sistema productivo completamente distinto y de modelo extensivo y de pastoreo. Elaboran quesos a partir de leche cruda, de vacas jersey.

Su queso Savel es muy conocido entre numerosos chefs que lo usan en sus creaciones, y es el que ha obtenido el máximo reconocimiento en su categoría. Se trata de un queso azul intenso pero a la vez muy cremoso, suave y elegante. Se comercializa en piezas de entre 1-1,5 kg y se puede adquirir en tiendas especializadas a unos 42 euros el kilo o cuñas de 250 g a unos 8 euros.

Queso curado de oveja al romero de Quesería Artesanal Las RRR

Romero

La Quesería artesanal Las RRR, de Maracena (Granada) se inauguró en 1993 por la familia Rivas de tradición ganadera. En 1991 fue cuando el padre, Roberto Rivas Ruiz (de ahí viene el peculiar nombre de la empresa) comenzó las andaduras del mundo del queso con su familia.

El queso premiado es un curado de oveja "piparra" aromatizado con romero natural, aunque en la página web solo está disponible el curado al romero con leche de cabra. Este producto cuesta 40,73 euros la pieza entera de 2,250 kg.

Queso curado 7 Lagos de Lactomilk Canarias

Lanzarote

Quesería artesanal de Lanzarote que trabaja con leche de cabra siguiendo métodos artesanales y elabora diferentes productos lácteos, algunos aromatizados con ingredientes como pimentón o gofio. Su queso premiado es un curado de leche pasteurizada de cabra, a la venta en piezas de distintos tamaños, La de 2,5-2,3 kg cuesta 40 euros, y la cuña de 300 g sale por 10 euros.

El Buen Pastor de Oropesa de El Buen Pastor de Oropesa

Oropesa

Esta quesería de Oropesa (Toledo) trabaja con leche de oveja elaborando quesos de pastor "a la antigua usanza". Su premiado es un semicurado de leche de oveja que, lamentablemente, ahora mismo no se puede comprar online ni encontrar mucha información por estar la web en mantenimiento. Siempre se les puede contactar directamente por teléfono o correo electrónico.

La Leze de Quesería La Leze

Leze

Fundada en 1992 en Ilarduia (Álava), es una quesería familiar formada por José Mari Jauregi, Elisabeth Gorrotxategi y sus hijos Arkaitz y Gaizka. Cuentan con un rebaño de 400 ovejas latxas de raza rubia que se alimentan de pastos naturales y cereales, pastando libres en los meses de agosto en la Sierra de Altzania.

Han logrado el máximo premio con su queso Idiazábal de leche cruda de oveja latxa y cuajo natural de cordero. No disponen de venta directa online pero sí se puede contactar con ellos para solicitar información o adquirir sus quesos bajo pedido.

Cañajeral cremoso de Cañarejal

Cremoso

Empresa situada en Pollos (Valladolid) con una amplia trayectoria y reconocimientos de sus quesos, trabajando desde 1996 con un origen familiar artesanal. El nombre viene del emplazamiento de su pago, en el Parque Natural de las Riberas de Castronuño, a orillas del Duero.

Su queso premiado en esta ocasión es un cremoso elaborado con leche de oveja recién ordeñada y con una maduración mínima de 20 días. La corteza es de color blanco por crecimiento del Penicilium Candidum y tiene una textura muy melosa, ideal para untar. Para poder comprarlo hay que contactar directamente a través del teléfono 983 793 058.

Selectum curado al pimentón de Grupo Ganadero de Fuerteventura

Majorero

Esta empresa canaria opera desde 1983 poniendo el foco en el trabajo ganadero tradicional para elaborar quesos majoreros artesanales de primera calidad. El majorero fue el primer queso de cabra de España en obtener la Denominación de Origen en 1996.

El premiado ha sido un queso de la gama Selectum, un curado de leche pasteurizada de vaca y cabra recubierto de pimentón que se comercializa en distintos tamaños, desde 4 kg hasta 300 g. No se puede comprar directamente a través de su página web, pero sí hay métodos de contacto.

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Flan de tres leches de Pamela Rodríguez, receta de postre súper simple

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Flan de tres leches de Pamela Rodríguez, receta de postre súper simple

No hay mejor adjetivo para describir a esta receta de flan de tres leches que el de súper simple (aunque se nos ocurren muchos otros: suave, sabroso, goloso,...). Su elaboración es sencillísima y el resultado soberbio. Este es uno de esos postres en los que el esfuerzo invertido es prácticamente nulo y, a cambio, se obtienen estas maravillas que veis en la foto.

Quizás lo que más cueste sea encontrar los vasitos en los que prepararlos, pero si eres de guardar los envases de vidrio de los yogures o lo botes de conserva, entonces tienes solucionada la papeleta. Si no es el caso, siempre puedes comprar flaneras de aluminio en tu supermercado de cabecera o usar moldes tipo ramekin aptos para horno.

Para preparar estos flanes hemos seguido la receta de Pamela Rodríguez, ex-compañera de Directo al Paladar y responsable del blog Uno de dos. Pam acaba de publicar su segundo libro en solitario "Postres supersimples", un compendio de 95 recetas de postres fáciles, aptos para todo tipo de niveles en la cocina.

Postres supersimples

Postres supersimples

Las recetas están explicadas de forma clara, concisa y precisa y van acompañadas de una fotografía muy evocadora. En algunos casos se incluyen imágenes del proceso completo para que todo quede bien clarito y no surjan dudas durante la preparación. "Postres supersimples" es, sin duda, una buena guía para los amantes del esfuerzo mínimo, lucimiento máximo y disfrute total.

Ingredientes

Para 8 unidades
  • Yema de huevo 8
  • Huevo M 2
  • Azúcar 20 g
  • Leche condensada 360 g
  • Leche evaporada 420 g
  • Leche entera 250 g
  • Caramelo líquido

Cómo hacer flan de tres leches

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 55 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 45 m

Cubrimos la base de cada vasito con una fina capa de caramelo líquido y reservamos. Encendemos el horno, a 160 ºC con calor arriba y abajo. Llenamos una fuente de horno con un par de dedos de agua y la introducimos en el horno.

En un recipiente amplio y hondo mezclamos las yemas, los huevos y el azúcar, sin batir en exceso para no incorporar aire. Añadimos los tres tipos de leche y removemos de nuevo hasta incorporar. Pasamos por un colador.

paso a paso flan de tres leches

Rellenamos los vasitos con la mezcla y cubrimos cada uno de ellos con papel de aluminio. Los introducimos en la fuente con el agua que tenemos dentro del horno y programamos 45 minutos.

Transcurrido este tiempo apagamos el horno, retiramos la fuente con los vasitos y dejamos que se enfríen en su interior, dentro del agua. Los guardamos en la nevera hasta el momento de servir, mejor de un día para otro.

Con qué acompañar el flan de tres leches

El flan de tres leches es el remate ideal de cualquier comida o cena. Si lo adornamos un poco con crema chantilly, frutos secos picados o algún fruto rojo, los podemos servir en celebraciones especiales. Están mucho mejor reposados, de un día para otro, así que recomendamos prepararlos la víspera.

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Pudin de pan, una receta universal de aprovechamiento (tan deliciosa que harás lo imposible por que te sobre pan)

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Pudin de pan, una receta universal de aprovechamiento (tan deliciosa que harás lo imposible por que te sobre pan)

Las sobras de pan son el punto de partida perfecto para infinidad de recetas, tanto dulces como saladas. Huevos tontos, sopas de ajo, repápalos extremeños, pan de calatrava o torrijas son, entre muchos otros, ejemplo de ello. Y lo son en la cocina española como en el resto de cocinas del planeta.

De hecho hay platos tan ricos que en ocasiones compramos más pan del que consumimos a diario para asegurarnos las sobras necesarias para elaborar con ellas estas recetas de aprovechamiento. El pudin de pan es una de ellas, un postre clásico y -casi- siempre presente en los menús del día de los bares españoles.

Es muy fácil de preparar y está delicioso. Nuestra receta puede recordar al flan, porque hemos triturado la mezcla base para que quede homogénea. Pero si queremos un aspecto más rústico, nos podemos saltar ese paso. Bastará con remover bien la mezcla y dejar que los trozos de pan se rompan de forma espontánea y continuar con la receta.

Ingredientes

Para 6 personas
  • Leche 500 ml
  • Azúcar 180 g
  • Pan de molde rebanada, duro 5
  • Huevo M 4
  • Esencia de vainilla (opcional) 5 ml
  • Caramelo líquido 50 ml

Cómo hacer pudin de pan

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 1 h 30 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 1 h 20 m

Calentamos la leche y el azúcar en un cacito y removemos hasta que este último se haya disuelto. Retiramos del fuego y volcamos en el interior de un recipiente amplio y hondo en el que habremos colocado el pan duro troceado. Dejamos que se hidrate durante cinco minutos.

Mientras tanto cubrimos la base y los laterales de un molde rectangular de 21 x 10 cm (7 cm de alto) con el caramelo líquido. También encendemos el horno y lo precalentamos a 185 ºC, con calor arriba y abajo.

Batimos los huevos y los añadimos a la mezcla de pan, leche y azúcar junto con la esencia de vainilla, en caso de utilizarla. Si lo preferimos podemos aromatizar el pudin con ralladura de limón o naranja, un chorrito de anís u otro licor.

paso a paso pudin de pan

Trituramos con una batidora de brazo y vertemos el resultado en el molde caramelizado. Lo tapamos con papel de aluminio y lo introducimos en una bandeja de horno. Cubrimos la base con agua caliente para crear un baño María. Cocemos en el horno durante, aproximadamente, una hora y 20 minutos aproximadamente.

Retiramos el molde del horno y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar, para asegurarnos que sale intacto y sin romperse. Si no lo vamos a consumir en el momento, lo guardamos en la nevera hasta que le llegue su momento de gloria.

Con qué acompañar el pudin de pan

El pudin de pan se puede preparar con antelación y guardar en la nevera. Las horas ayudan a que tome cuerpo y su sabor se acentúe más, aunque la dificultad de esto es esperar a meterle mano. Es un postre sencillo pero delicioso, ideal para acompañar el café de sobremesa, té o una copita de licor dulce.

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